El mercado cambiario volvió a moverse como si fuera feriado
Anestesiado. Esta palabra es la que mejor definió la apertura de la semana. Un ejemplo es lo que ocurrió con el dólar libre que bajó a 14,95 pesos. “Si querías comprar tres mil dólares, te vendían. Si querías comprar más, no había vendedores”, relató un operador.
La ausencia de operadores fue notable. Nadie quiere arriesgar. Todavía no entienden el juego. Falta definir los encajes y otros detalles que no son menores. Hay bancos que no saben si les conviene seguir captando plazos fijos a tasas más altas que las actuales porque fuera del Banco Central, en la licitación de los martes de Lebac, no hay quien tome dinero. Las empresas son reticentes a endeudarse y los préstamos personales están en abierta decadencia a la par del consumo.
Por supuesto, que la tendencia del dólar en los próximos días va a ser a la baja porque compiten con los bonos en dólares que se siguen derrumbando al punto que el Boden 2015, el bono más corto con legislación argentina, rinde un 16 por ciento (vence el 3 de octubre de 2015) y adquirirlo a los valores de hoy es como comprar un dólar a 11,86 pesos.
Pero esta tendencia de caída del dólar tiene un límite cercano, porque hay desencantados con la Bolsa. Los ahorristas de los bancos que compraron fondos de inversión de renta variable (integrados por acciones), ven que en las últimas ruedas perdieron terreno después de haberles dado fuertes ganancias. Por eso ahora son todos vendedores y los bancos deben deshacerse de las acciones para darles el efectivo.
A esto se suma que no se hicieron operaciones de contado con liquidación. La presión de laAFIP desalentó a los bancos y por eso el “contado con liqui”, como se lo llama en la jerga, bajó a 14,10 pesos, un precio simbólico. Las expectativas estaban puestas en la reunión del flamante presidente del Banco Central con los banqueros de ADEBA y ABA.
Ante la presión vendedora de los particulares y la ausencia de los bancos haciendo “contado con liqui” (comprar acciones en pesos en la bolsa local y venderlas en dólares en Wall Street), el índice Merval de las acciones líderes perdió 4,32 por ciento con negocios por 287 millones de pesos.
Los más afectados fueron Grupo Galicia con 8,49% de caída, Banco Macro 7,77%, Edenor 7,36%, YPF 5,73% y Banco Francés 5,71%. En Wall Street, los ADR’s de las empresas argentinas también la pasaron mal. Allá Grupo Galicia bajó 2,83 por ciento y Banco Macro, 1,80 por ciento.
En tanto, en el Forex-MAE, la principal plaza mayorista cambiaria, se negociaron solo 93 millones de dólares. Los exportadores liquidaron sus divisas con cuenta gotas por eso la mesa de dinero del Banco Central tuvo que vender 30 millones de dólares.
A pesar de la venta de divisas, las reservas subieron 5 millones a 27.754 millones de dólares por la suba del oro en el mundo. El Central tiene alrededor de 70 toneladas de oro entre sus reservas.
En el Mercado Abierto Electrónico (MAE) las transacciones de títulos de la deuda cayeron a menos de la mitad por el fallo del juez Griessa rechazando el desplazamiento del Bank of New York como agente pagador. De esta manera, se negociaron apenas 632 millones de pesos.
No hubo movimiento en los Cupones PBI ni en los Discount, los bonos defaulteados. Solo se movieron el Boden 2015 que perdió 1,72 por ciento y el Bonar X que vence en 2017 y bajó 2,73 por ciento.
Para hoy se espera otro día de acciones lentas y tensas. El Gobierno reafirmó que su principal arma para evitar que el dólar se dispare, serán los controles intensivos, un método que fracasó tantas veces como se aplicó.