El hijo de Tom Hanks: de desaparecido a internado
La desaparición que no fue. Durante varios días la noticia era que hacía algo más de un mes que sus padres no sabían de él, aunque sus protagonistas lo desmentían. Esta semana, los titulares en tono de catástrofe se repitieron en varios medios. Se anunciaba que Tom Hanks estaba viviendo el peor momento de su vida al desconocer el paradero de su hijo, Chester Hanks, de 26 años.
Según consignó Tiempo Argentino, los rumores señalaron que la policía de Los Angeles habría rastreado una llamada desde su teléfono en el desierto de Barstow (California, Estados Unidos) que es un punto de encuentro para vendedores de metanfetamina.
Y aunque la familia Hanks repetía: “Todo esto es rotundamente falso”, medios internacionales seguían titulando que el joven estaba desaparecido. La maquinaria noticiosa rescataba como pistas certeras cualquier referencia a Chester. Por ejemplo, una estilista de Los Ángeles publicaba una foto con él sin precisar jamás si era actual o no, y para las noticias ella era la última persona que lo había visto en los últimos meses.
En junio pasado, Chester Hanks, había sido acusado de causar daños materiales en un hotel en Londres, y el escándalo fue público con detalles del rastreo policial y por los cargos en contra de él y la suma de varios de miles de libras que debía retribuir por los destrozos causados.
En noviembre de 2014, el joven confesó por Instagram que se proponía dar batalla contra las drogas y el alcohol. “He estado luchando contra estas sustancias desde los 16 años”, escribió Chet Haze, su nombre artístico como DJ. En el video se lo ve mirando e a la cámara, diciendo: “Tengo que hacer un anuncio. Un tabloide va a publicar un artículo sobre mi paso por un centro de rehabilitación. Llevo 50 días limpio y sobrio de todo, incluido alcohol.”
Hasta entonces, el primogénito de Tom Hanks y Rita Wilson no había antes hecho pública su adicción a las drogas.
El motivo por el que el joven Hanks sacó al sol sus problemas, fue una fotografía que el tabloide Star tenía de él en un centro de rehabilitación a la cocaína. “Es cierto –afirma Haze en el video–, me importa una mierda lo que piensa la gente, que se jodan los medios”. Y luego explicó: “Los programas de rehabilitación me han ayudado a superar la enfermedad. Estoy aprendiendo a aceptar mis errores porque soy humano.”
Ahora, la razón por la que sus perfiles en las redes sociales no tienen actividad no sería una desaparición involuntaria, como se afirmó estos días, sino que el silencio y los anuncios de su últimos posteos se deben a un nuevo proceso de rehabilitación que prefirió completar en privado.
Fue otra vez, la revista Star que lanzó la supuesta primicia: “No hubo ni siquiera una llamada de teléfono a sus familiares o amigos. Es como si se lo hubiera tragado la tierra”, detallaba la publicación.
Pero Leslee Dart, representante de Tom Hanks envió por mail la desmentida al Chicago Tribune donde negó que Chat estuviera desaparecido. “La historia es categóricamente falsa.”