El Gobierno evalúa una “colaboración indirecta” del Ejército en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo
Las Fuerzas Armadas podrían llevar a cabo la custodia de las fronteras y “liberar” a Gendarmería de estas tareas.
“Necesitamos Fuerzas Armadas que se adapten a las necesidades del siglo XXI y preparadas para las amenazas que hoy nos preocupan“. Con estas palabras, Mauricio Macri blanqueó que analiza asignar nuevas tareas al Ejército en la lucha contra la inseguridad y el narcotráfico.
Se trataría de una colaboración “indirecta”, que le posibilitaría a la Gendarmería encarar una lucha más profunda contra estos flagelos. ¿Cómo lo haría? El Gobierno estudia la posibilidad de que efectivos del Ejército reemplacen a los gendarmes en tareas específicas, como puede ser el resguardo de una central nuclear o la custodia de la frontera, y que esos agentes se aboquen a operativos anti narco o la lucha contra el terrorismo.
En rigor, la medida busca derogar el decreto 727 que firmó en 2006 el expresidente Néstor Kirchner y la exministra de Defensa, Nilga Garré, el cual estableció que las Fuerzas Armadas serán empleadas solo “ante agresiones de origen externo perpetradas” por ejércitos de otros Estados. En otras palabras, si el Ejército quisiera, no puede hoy luchar contra la venta ilegal de drogas, más allá del apoyo logístico como el aporte de radares y transporte.
En este sentido, el Gobierno había ampliado en marzo, por decreto, la Zona de Seguridad de Fronteras “para la lucha contra el narcotráfico, la trata de personas, el contrabando y otros delitos transnacionales”.
A su vez, se trata también de una medida que llega en medio de un importante recorte que el Gobierno está por ejecutar en varios sectores del Estado. De esta forma, la seguridad se vería reforzada con más efectivos y se lograría mayor eficiencia de recursos.