El gobierno dio luz verde para que Latam vuele a Miami con aviones chilenos
La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) firmó con su par de Chile (DGAC) un acuerdo de “doble vigilancia” que consiste en el primer paso para que aviones de matrícula de ese país de la aerolínea Latam puedan volar la ruta Ezeiza-Miami de Latam Argentina, con tripulación argentina. Ese tipo de alquiler, que aún debe ser autorizado, es conocido como “interchange”.
“Este acuerdo que firmamos hoy es un primer paso hacia ese pedido de alquilar aviones para que lo vuelen tripulaciones argentinas, pero todavía no les dimos la autorización a Latam para que lo haga”, dijo a Clarín el titular de la ANAC, Tomás Insausti. “Nosotros vemos este pedido como algo que es bueno para el crecimiento de Latam Argentina. Pero queremos hacer algo bien hecho”.
El funcionario dijo que, además de reunirse con funcionarios de la empresa, mantuvo reuniones con los abogados de los gremios aeronáuticos, quienes le plantearon algunas cuestiones legales vinculadas a la seguridad operacional. “Me llevé de la reunión con los abogados de los gremios algunas cosas que me interesan”, dijo Insausti, cuya dependencia forma parte del Ministerio de Transporte. “Los gremios objetaron este pedido desde lo político, pero cuando entramos en la cuestión técnica, las objeciones ya no fueron recalcitrantes”.
La “doble vigilancia” con Chile se trata de un acuerdo técnico, pero a la vez de alto voltaje político: el primer paso del OK del Gobierno al pedido de la aerolínea Latam para poder usar aviones chilenos en la ruta argentina entre Ezeiza y Miami. Un pedido que no sólo fue motivo del paro aeronáutico del pasado viernes, sino que además fue el disparador de una serie de respuestas de buena parte del arco empresario, que se abroqueló tanto contra la medida de fuerza de los gremios aeronáuticos como a favor del pedido de Latam.
La empresa de capitales chilenos y brasileños cubre, desde su filial argentina, la ruta Ezeiza-Miami con un viejo Boeing B767 que quedará obsoleto a partir del 1 de enero próximo, ya que no podrá ingresar al espacio aéreo de Estados Unidos. Frente a esa situación, la empresa solicitó alquilar aviones a su casa matriz, de matrícula chilena, más modernos que el equipo asignado a la Argentina. “De no poder avanzar con ese pedido, deberemos levantar la ruta a Estados Unidos”, dijo a Clarín, este fin de semana, la titular de LATAM Argentina, Rosario Altgelt.
En la ruta Ezeiza-Miami de Latam trabajan 50 pilotos y 150 tripulantes de cabina, el 10% de todo el personal de Latam Argentina. Esta filial , al igual que el resto de las aerolíneas locales, no está atravesando su mejor momento: el año pasado, aun antes de la devaluación, ya había cerrado dos bases operativas en el interior y suprimido algunas rutas. Luego de la devaluación, si bien en la empresa no proporcionan cifras, admiten que debieron afrontar pérdidas importantes. El pedido generó, a su vez, una crisis interna dentro del gremio de los pilotos. (Diario Clarín)