El Gobierno busca frenar el desmantelamiento de química Dow y preservar fuentes de trabajo
El Gobierno nacional ratificó este miércoles la decisión de frenar el desmantelamiento de la planta que la empresa química Dow Argentina posee en la localidad santafesina de San Lorenzo, cuyo cese de actividades fue anunciado para el próximo año.
La secretaria de Comercio Interior, Paula Español, dijo a Télam que la eventual pérdida de esta planta “implicaría depender de la importación de productos petroquímicos claves y afectaría a la cadena de valor de la industria nacional”.
En esa línea, la funcionaria sostuvo que “proteger la industria nacional es una prioridad para tener el país que queremos”, y argumentó que “cuando las empresas toman decisiones de este tipo, un Estado presente debe actuar, porque eso impacta directamente en la oferta de empleo, y, en definitiva, en el bolsillo de las y los argentinos”.
Español explicó que “una planta como la que Dow Chemical tiene en nuestro país no puede destruir sus activos, porque afecta al interés económico general, genera pérdidas de puestos de trabajo y la eliminación de recursos productivos clave en la industria automotriz, fábricas de colchones y electrodomésticos”.
En tanto, la Comisión de Defensa de la Competencia (CNDC), que depende de la Secretaría de Comercio Interior, ordenó este miércoles a la firma Dow Química Argentina “no innovar, no alterar ni modificar los activos productivos que posee en la localidad santafesina de San Lorenzo”, luego de que la empresa informara su decisión de poner fin a sus operaciones en esa planta el próximo año.
La medida se enmarca en una investigación, iniciada de oficio a instancias del ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, por presunto abuso de posición dominante por parte de esta firma.
La Comisión informó que continuará con la tramitación de las actuaciones, conforme lo establece el procedimiento de la Ley 27.442, garantizando la protección del interés económico general.
La multinacional norteamericana Dow había comunicado a principios de agosto su decisión de cerrar la planta de Puerto San Martín, y señaló que su determinación no obedecía a cuestiones locales sino a una decisión de su casa matriz, en el marco de una reestructuración global de la compañía.
En ese mes, con el fin de evitar el impacto de su cierre, se constituyó una mesa de trabajo conformada por el intendente Carlos De Grandis; el secretario de Industria de Santa Fe, Claudio Mossuz; el funcionario del Ministerio de Trabajo de la Nación Cristian Recchio; el dirigente de la CGT Regional San Lorenzo, Jesús Monzón; y gremialistas del sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos (Soepu).
Luego, en los primeros días de septiembre, el Gobierno provincial participó de una audiencia con la empresa y con representantes gremiales de la planta que resisten el cierre.
En esa oportunidad, el titular de la cartera laboral de la provincia, Juan Manuel Pusineri, propuso que, si estaban decididos a retirarse, “cedieran la explotación y se conservaran los puestos de trabajo”, y aseguró que “existen interesados en adquirir la firma”.
Pusineri reiteró, en declaraciones a Télam, que “la idea es que la empresa permanezca con estos u otros dueños, que la producción se haga acá y que se conserven los puestos de trabajo”.
Señaló además que Dow es “una empresa estratégica, con 120 trabajadores, que abastece la industria local; y por eso es necesario que esa producción se mantenga en la provincia y se conserven las fuentes de trabajo”.
La vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, también se refirió a la situación de la planta en el acto de cierre de campaña electoral del Frente de Todos para las PASO, cuando dijo: “no tenemos que permitir que Dow Chemical, en San Lorenzo, provincia de Santa Fe, cierre esa fábrica tan importante que produce insumos plásticos para toda la industria; es quitarle autonomía a nuestro proceso industrial”.
Dow abastece el 73% de la oferta local de polioxi propilenglicol y el 41,5% de éteres glicólicos, lo que implica que tiene posición dominante en el mercado argentino, además de tratarse de productos petroquímicos que resultan insumos fundamentales para la industria local, y es la única fábrica de poliuretano del país en su planta ubicada a 45 kilómetros al norte de la ciudad de Rosario.