El G77+China impulsa la convención sobre deuda soberana ante la ONU
El canciller Héctor Timerman señaló que el Grupo de los 77 más China promoverá el martes 9 que la Asamblea General de la ONU vote la necesidad de redactar una convención sobre reestructuración de deudas soberanas porque “el vacío legal es enorme” y “afecta a la mayoría de los países del mundo”.
En una entrevista publicada hoy por Página 12, Timerman recalcó que “después del fallo del juez Thomas Griesa y de la campaña encarada por los fondos buitre de lobbying y de ataque publicitario, muchos países se dieron cuenta que la situación se estaba volviendo explosiva”.
“Ante esta realidad muchos dijeron: ‘Lo que le pasa a la Argentina puede ser nuestro futuro’”, agregó.
Consultado sobre la autorregulación postulada por la Asociación Internacional del Mercado de Capitales días atrás, el canciller señaló que “el documento de la ICMA revela que los bancos, las financieras y las agencias colocadoras de deuda también se dieron cuenta de que la situación implosionó, que se está transformando en una bola sin freno y que los fondos buitre atacarán a otros”.
El canciller destacó también que “las medidas de Griesa mostraron que es imposible la reestructuración de deuda soberana en condiciones justas sin un acuerdo entre todos los países” y recordó que “la ONU viene hablando de la cuestión de la reestructuración de la deuda” desde hace 12 años.
“Los gobiernos decidieron que después de 12 años de esperar y sacar resoluciones es mejor diseñar un marco regulatorio para que la reestructuración de deuda soberana tenga un carácter no solo económico sino también político y social”, añadió Timerman, quien precisó que la Asamblea General puede aprobar con mayoría simple la necesidad de redactar una nueva convención y que esa decisión no puede ser vetada por el Consejo de Seguridad del organismo.
“Evidentemente no alcanza con buscar consenso. El consenso total no existe. No se logró nunca. Por eso el G-77 lleva el tema a la Asamblea General. Ahora, que la ONU vote”, subrayó.
Timerman fundó esa falta de consenso en que “algunos países insistieron con mucha fuerza diciendo que las reestructuraciones de deuda eran parte de las atribuciones del Fondo Monetario Internacional. Si, en cambio, la ONU resuelve que es una cuestión soberana, eso supone que las reestructuraciones deben ser resueltas de acuerdo con un marco establecido por la propia ONU, donde todos los países tienen un voto”.
“Los que se oponen dicen que la ONU no está capacitada para resolver el tema. Lo cierto es que tampoco el FMI lo resolvió. Hagamos una convención”, sostuvo el ministro, y citó como ejemplos a las convenciones sobre cambio climático, los derechos de la infancia o los ensayos nucleares, temas que “no afectan a uno, dos o tres países. Son temas que influyen sobre el mundo entero. Todo el mundo tiene derecho a opinar”.
“Una convención no es en contra de nadie sino a favor de todos. Viene a resolver un vacío legal que afecta a la mayoría de los países del mundo”, afirmó el funcionario.
Para la Argentina, el eje de esta convención debe ser que “los propios países” sean los que escriban “el marco legal regulatorio para los procesos de reestructuración de deuda soberana, de manera que no afecte el desarrollo”, en condiciones de negociación “equitativas”, y que “no se le debe impedir a un Estado que reestructure sus deudas” ni se le debe “imponer que la reestructuración afecte el bienestar de los países”, enumeró.
“El objetivo es que los países puedan reestructurar su deuda soberana y que puedan seguir desarrollándose, no empobreciéndose con peores condiciones de vida de las que tenían antes”, agregó.
Timerman se mostró confiado acerca del apoyo de la asamblea a la iniciativa al señalar: “Ni puedo contar la cantidad de cancilleres y presidentes que me llamaron diciendo que sufren problemas parecidos a los nuestros y no hallan el modo de resolverlos”.
Consultado sobre un eventual rechazo de Estados Unidos a la nueva norma, el canciller expresó que “los países que no acepten la convención tendrán más dificultades al momento de que otros quieran emitir deudas en esos centros financieros. Hoy ya es más seguro emitir deuda en Inglaterra que en los Estados Unidos”.
El canciller Héctor Timerman y el ministro de Economía, Axel Kicillof, anunciaron el viernes que el G-77+China, grupo conformado por más de 130 países, presentará un proyecto ante las Naciones Unidas para establecer un marco regulatorio sobre el proceso de reestructuración de deuda soberana, a partir de una iniciativa impulsada por Argentina a raíz del litigio que el país enfrenta con los fondos buitre.