El fiscal Nisman también tenía lesionados un dedo y un diente
La Junta Interdisciplinaria de la Gendarmería Nacional (GN) descartó categóricamente que el ex fiscal Alberto Nisman se hubiera suicidado y dio nuevas pruebas, además de las que ya había adelantado Clarín, que apuntan a la hipótesis del asesinato, revelaron fuentes judiciales.
Además de la fractura en el tabique nasal y del golpe en el hígado, los 28 peritos de la GN descubrieron que había “una lesión en un diente y otra en el dedo gordo de una mano”, típico de una maniobra de reducción del fiscal por parte de sus asesinos.
Los otros elementos nuevos del informe que el fiscal Eduardo Taiano entregó ayer a las partes, con marcas de agua para evitar filtraciones, son una evaluación “sumamente crítica” de la labor de los peritos de la Morgue Judicial que hicieron la autopsia del cadáver el 19 de enero del 2015, y luego afirmaron que “no había evidencias científicas” para sostener que había sido asesinado.
Más adelante, el informe de la GN, de más de 200 páginas, responsabiliza al jefe de la unidad móvil de criminalística de la Policía Federal por la contaminación de la escena del crimen el 18 de enero del 2015, cuando se ingresó, en forma desordenada, al departamento de Nisman en las torres Le Parc.
En lo informado por la GN hay una leve contradicción con el informe de los médicos de la Morgue Judicial sobre la trayectoria del disparo. “Fue de derecha a izquierda, de atrás hacia adelante y levemente de abajo hacia arriba”, dice el documento. (Diario Clarín)