El cruce a Chile por Mendoza sigue cerrado y ahora el problema son los camiones abandonados en la ruta
Unas treinta familias que necesitan cruzar a Chile desde Mendoza protestaron este martes con bocinazos en el paso internacional Cristo Redentor, tras diez días de estar cerrado por la acumulación de nieve, mientras miles de camiones continúan varados, muchos de ellos abandonados por sus conductores, lo que complica más la situación.
El cruce a Chile permanece cerrado desde el 9 de julio, cuando se produjo el temporal de nieve y viento blanco, y son más de 3.000 los camiones que esperan en Mendoza poder cruzar al vecino país en las diversas playas dispuestas entre la Destilería y Uspallata, a unos 70 kilómetros de la frontera.
“Ningún camión pasa de Uspallata para arriba mientras continúe cerrado el Paso”, destacó el Jefe del 4to Distrito Mendoza de Vialidad Nacional.
Según informaron hoy desde Gendarmería nacional, “ayer se sacaron 21 camiones y aún quedan ocho que obstruyen la ruta nacional 7, en tanto que las empresas de transporte ya fueron notificadas por medio de sus representantes legales a correr los camiones y acoplados varados del lado argentino”, en alusión a los rodados que los camioneros se fueron y dejaron allí a la espera de que se abra el cruce.
En tanto, del lado chileno, restan correr otros 180 camiones, también dejados allí por sus conductores, lo que obstruye el paso y complica aún más la situación.
Si bien en un principio fue por las intensas nevadas, ahora el motivo ya no es la nieve y el hielo en la calzada, sino los camiones abandonados en ambos lados de la frontera, argentina y chilena, en el medio y el costado del Corredor Internacional.
Hoy, unas 30 familias chilenas aguardaban en la localidad de Los Horcones para poder retornar a su país, pero no las autorizan a cruzar la frontera.
Por la mañana cortaron la Ruta 7 en forma de protesta y las autoridades argentinas se comprometieron a dejar cruzar solo a los automóviles que tuvieran residencia en Chile, aunque al llegar a la Aduana les volvieron a negar el paso.
