El coronavirus golpea a la industria automotriz y las marcas extienden la suspensión en sus fábricas
Los efectos del coronavirus golpean a la industria automotriz más de lo esperado. Con 902 muertos ya confirmados por las autoridades chinas, son varias las empresas que decidieron extender las suspensiones en sus fábricas. La medida afecta a China y Corea del Sur, pero amenaza con llegar hasta Europa.
La mayoría de los fabricantes que producen en el gigante asiático -el principal mercado mundial- tuvieron que cerrar sus centros productivos por orden del Gobierno chino.
Volkswagen, que produce junto a la china SAIC, pospuso la apertura de su fábrica hasta el 17 de febrero, informó Automotive News.
En la localidad de Wuhan, por su parte, Honda reanudará las actividades el 13 de febrero, algo que Nissan hará entre hoy y el 14 de este mes, según detallaron. Ese mismo día también volverán a estar operativas las fábricas de PSA (Peugeot-Citroën-DS-Opel).
BMW anunció que reanudarán las actividades en su planta el 17 de febrero, mientras que Toyota extendió el cierre de sus centros pruductivos, que son 12, hasta el 16 de febrero.
En muchos casos además de extender el cierre por una cuestión de evitar las aglomeraciones (para que el virus no se propague), es porque se ha interrumpido la cadena de suministro, un problema que -de seguir así- se podría sentir hasta en Europa, ya que China es un gran proveedor.
Es el caso de Hyundai tuvo que suspender la producción de vehículos en Corea del Sur porque no recibía los insumos desde China. Similar le ocurre a Renault con su filial surcoreana Samsung Motors, que a partir de mañana cerrará la planta por cuatro días.
Una marca como Suzuki, informó Automotive News, anunció que podría buscar un reemplazo para las partes que provienen de China y que emplea en la construcción de autos, destinados principalmente al mercado de la India.
Fue el propio El CEO de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), Mike Manley, quien señaló que si el problema persiste algunas semanas más podrían tener problemas en fábricas de Europa. Es que la falta de suministro de piezas chinas, lentamente, promete hacerse sentir en el mundo.
