El camino espiritual de Amalia “Yuyito” González
Gracias a su papel de jardinera en La peluquería de Don Mateo en la década del 80, Amalia González adquirió para siempre el sobrenombre de “Yuyito” y desde entonces logró forjarse una carrera en los medios, que la llevó de vedette a periodista, y de ahí a empresaria.
En su paso por Quién quiere ser millonario, la participante aprovechó para develar la profunda convicción religiosa que tiene desde pequeña y, que de algún modo, su exuberante carrera opacó: “Soy cristiana, al único que le pido todo es a Dios, creo en Jesús y en el Espíritu Santo. Desde chica siempre tuve una sensibilidad espiritual exacerbada muy linda. Por muchos años no lo expresé vivamente, te diría que ni siquiera a mí misma. Soy una persona de fe. Trato siempre de serenarme de confiar en mí. Cuesta mucho confiar en uno“, le confesó a Santiago del Moro.
https://www.instagram.com/p/B64THzHlweQ/?utm_source=ig_embed
Ese camino de autosuperación, de creer en sí misma llevó a Amalia a una etapa en la que dice no necesitar una pareja al lado para sentirse plena. “Mi vida es muy creativa. No estoy en pareja y estoy muy bien. Estoy enamorada de mí, está bueno enamorarse de uno, quererse, valorarse. Durante muchos años no tuve la suficiente conciencia del valor que tenemos las personas, pero uno puede estar enamorado de muchas cosas en la vida“.
A mediados de la década del 90, y a pesar de haber hecho un largo recorrido en el mundo de la comedia y la televisión, Yuyito decidió probar por otros caminos. Primero estudió periodismo, después hizo algunos intentos de conducción, y luego se dedicó al emprendedurismo, iniciativa que todavía hoy la moviliza y en la que planea invertir los 300 mil pesos que ganó en el programa del viernes.
“Tengo un espíritu emprendedor. La plata no pienso en gastarla, saqué de mi cabeza el concepto de consumo. Uno tiene que saber administrar y dejar el concepto de gastar. Me gusta mucho el emprendimiento editorial. Estoy por sacar un libro, así que la plata seguramente la utilice para un futuro proyecto“. (La Nación)