El calvario de Santi Cazorla
Fue en un encuentro entre España y Chile cuando el mediocampista tuvo que salir por un golpe en el tobillo. Desde allí, todo fue cuesta arriba: “Los médicos me dijeron que si conseguía volver a caminar por el jardín con mi hijo, me diera por satisfecho”, asegura en diálogo con el diario Marca, que publicó una impactante tapa con la foto actual de su maltrecho tobillo.
En la misma se puede ver en detalle el injerto que le tuvieron que hacer (sacando piel de su propio antebrazo) para intentar cerrar una herida que lo trajo a mal traer durante los dos últimos años. ¿La particularidad? El trozo de piel que le sacaron del brazo muestra una parte del tatuaje con el nombre de su hija, que ahora “luce” en su pierna.
En octubre de 2016 fue el último contacto de Cazorla con un campo de juego. Allí, en la goleada del Arsenal ante el Ludogorets, volvió a retirarse con dolor en el tobillo y luego todo fue un verdadero calvario.
“Llegué a pensar que no volvería a jugar al fútbol a mi nivel. Salía de quirófano y volvía a recaer. No tengo fuerza en el tendón ni masa muscular. Necesito tiempo. No quiero marcarme fechas de regreso por si no las cumplo”, confiesa el español.