EEUU restringió visas para funcionarios chinos sospechosos de abusos de DDHH
En medio de un clima político de tensiones con China, Estados Unidos impuso restricciones adicionales a las visas para funcionarios chinos sospechosos de abusos en materia de derechos humanos, anunció hoy el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Las nuevas medidas están dirigidas a “funcionarios chinos que se cree son responsables o cómplices de políticas o acciones destinadas a reprimir a practicantes religiosos y espirituales, miembros de grupos étnicos minoritarios, disidentes, defensores de los derechos humanos, periodistas, organizadores laborales, organizadores de la sociedad civil y manifestantes pacíficos “, dijo Pompeo en un comunicado.
Las sanciones también alcanzan a los familiares de los funcionarios, detalló Pompeo.
La medida “demuestra la determinación del Gobierno de Estados Unidos de responsabilizar al Partido Comunista Chino por su creciente represión contra el pueblo chino”, enfatizó el secretario en el comunicado, replicado por la agencia de noticias AFP.
“Los gobernantes autoritarios de China imponen restricciones draconianas a las libertades de expresión, religión o creencias, asociación y derecho de reunión pacífica del pueblo chino; Estados Unidos dejó claro que los perpetradores de abusos de derechos humanos como estos no son bienvenidos en nuestro país”, añadió.
Esta es una de las tantas formas que adquiere la confrontación que Estados Unidos mantuvo en los últimos años con China, y que, además de denuncias de espionaje y sanciones políticas, incluyó guerra de aranceles y amenazas contra empresas.
Este año, en plena campaña y con números de la pandemia de coronavirus y la economía cada vez más preocupantes, el Gobierno del presidente Donald Trump profundizó la confrontación con China, que se convirtió en su principal adversario estratégico, y aumentó las restricciones de visado a funcionarios y estudiantes chinos, a menudo de forma selectiva.
El Departamento de Estado canceló visas para más de 1.000 estudiantes chinos e investigadores por sospecha de espionaje.
En paralelo, el Gobierno de Trump impuso varias series de sanciones a funcionarios y empresas chinas por violaciones a los derechos humanos contra la minoría musulmana uigur en la provincia de Xinjiang, presuntos hackeos comerciales y de seguridad, y la represión en Hong Kong.
En la extensa lista de acciones adoptadas por Estados Unidos, también se rechazó explícitamente por primera vez todos los reclamos territoriales de China sobre el disputado Mar de la China Meridional -por donde pasa el 30% del comercio internacional- y hasta inició una escalada diplomática que terminó con consulados de ambos países cerrados.
En la misma línea, restringió dramáticamente la entrada a Estados Unidos de miembros del Partido Comunista Chino.
