viernes, noviembre 22, 2024
Economia

Dudas en el debut del nuevo sistema de precios

La obligación de diferenciar el contado del valor financiado tuvo ayer una aplicación dispar entre los comercios

“Esto es un lío”, resopló el vendedor mientras rasqueteaba la vidriera para despegar parte de un cartel que ofrecía todo tipo de pago sin recargo. “El contado bajó algo, pero el costo de las cuotas todavía no lo sé. Lo tengo que calcular”, agregó, ya dentro del local de ropa, en Santa Fe y Callao. El hombre contó que una remera que costaba $ 389 a comienzos de la semana pasó a valer ayer $ 350, una baja de 7,5%, lejos del 20% proyectado por el Gobierno en el lanzamiento de Precios Transparentes.

El plan oficial, que busca que se explicite cómo se componen los precios de los productos, generó desorientación y dispersión para comercios y clientes en su primer día. Hubo rebajas al contado y recargos en las cuotas.

La conducta del mercado no fue homogénea en territorio porteño, pero lo mismo pasó en provincias como Santa Fe, Chubut, Corrientes o Chaco, entre otras ciudades. Tomando el precio de lista previo a la aplicación de la medida, algunos comerciantes rebajaron el valor del contado (un pago con tarjeta de crédito, débito o efectivo), pero subieron desde ese piso anterior el financiado. Esto hizo que el costo del financiamiento que ya tenía oculto un producto subiera aún más el precio final. Otros rebajaron el contado y desde ese nuevo valor calcularon el costo de las cuotas. Un tercer grupo no cambió nada; otros suspendieron las cuotas.

Precios Transparentes es una iniciativa del Ministerio de Producción que comenzó ayer y que busca hacer evidente cuánto se paga por un producto y cuánto por financiarlo, algo hasta ahora vedado. No busca fijar precios ni controlarlos. En el Gobierno creen que así mejorarán la competencia, que se traduciría en una rebaja de precios. Según la Secretaría de Comercio, las cuotas sin interés siempre fueron “una ficción”, ya que tienen un costo porque el precio está inflado. Las normas vigentes no dejaban en el pasado informar dos precios diferentes (contado y financiado), por lo que los comercios, al tener que elegir uno tomaban -incluso para las ventas al contado- el valor financiado, o sea, el más alto. Las cuotas, en el pasado, fueron clave para el consumo, hoy alicaído.

La norma obliga a los comerciantes a transparentar el precio contado y los costos de financiación, incluso para los programas Ahora 12 y Ahora 18.

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