jueves, noviembre 21, 2024
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Dos muertos: se encerró en el auto y lo arrojó al lago Lácar

Drama familiar en Neuquén. Los padres de la joven dicen que la golpeaba. “Ayudenmé, no me deja bajar de la camioneta, no me quiere soltar”, alcanzó a advertirle a su hermana. Poco después, la Prefectura halló su cuerpo junto a su novio debajo del barranco.

Laura Provoste Vázquez sonaba desesperada. “Por favor, ayúdenme, no me deja bajar de la camioneta, no me quiere soltar”, le dijo la chica de 23 años a una de sus hermanas, que colgó rápido el teléfono de la casa de sus padres y corrió a pedirle ayuda a su marido. Mientras tanto, Laura era amenazada por su pareja, Alejandro Baess, de 25, que conducía desaforado por el Camino de los Siete Lagos, tramo de la Ruta Nacional 40 que une las ciudades de San Martín de los Andes y Villa La Angostura, en la provincia de Neuquén.

A las 22:30 del sábado, la sirena de los bomberos tronó. Un turista los había alertado sobre un accidente. Cuando los rescatistas llegaron al lugar, descubrieron que la camioneta en la que viajaban los novios se hundía en el lago Lacar. Pero la escena se volvió más dramática cuando los prefectos que habían llegado a colaborar distinguieron el cuerpo de la chica, que ya estaba muerta, tirado en el barranco. De su novio no había ningún rastro.

En diálogo con Tiempo, un familiar de Laura contó que la chica trabajaba desde hacía varios años en la chocolatería “Vieja Aldea” y que su novio lo hacía en la pizzería “La Nona”.

“Según se pudo reconstruir la camioneta habría perdido el control desde la ruta hacia un descanso que posee ese sector y habría caído al vacío unos 100 metros. Allí el vehículo rebotó en un ciprés, que quedó con las raíces hacia arriba y la copa sobre el agua. En el golpe la camioneta perdió el motor, luego continuó la caída hacia el lago quedando a unos 50 o 60 metros del veril.

La joven fue encontrada de inmediato, mientras que su pareja no fue ubicado tan rápido”, contó una fuente de la investigación.

El vocero añadió que el cuerpo de Baess fue hallado ayer por unos buzos tácticos de la Prefectura Naval, que colaboraron con los bomberos y policías locales para encontrar el vehículo.

La fuente señaló que durante los primeros minutos de trabajo los investigadores del caso pensaban que se había tratado de un accidente vial, en una zona en la que suelen haber despistes por exceso de velocidad.

Sin embargo, cuando los familiares de la joven llegaron a la escena, las dudas se disiparon y los policías comprendieron que deberían investigar un homicidio seguido de suicidio.

“Las escenas –reveló– fueron desgarradoras cuando el padre y la madre de Laura Vázquez Provoste arribaron a la zona junto con el hermano. El personal policial tuvo que contener a la familia que sin consuelo intentaba bajar hasta el lugar donde estaba el cuerpo de la chica.”

En diálogo con Tiempo, un familiar de Laura contó que la chica trabajaba desde hacía varios años en la chocolatería “Vieja Aldea” y que su novio lo hacía en la pizzería “La Nona”.

“El sábado él le pidió la camioneta prestada a Juan Ángel, el padre de Laura, para ir a buscarla al trabajo. Siempre tuvimos sospechas de que la golpeaba, pero ella nunca nos había dicho nada. Nosotros lo notábamos con algunos problemas de personalidad, pero jamás creímos que podría pasar algo como esto”, señaló el hombre.

Esta persona, que pidió reservas de identidad, porque la familia de la chica no quería mantener contacto con la prensa, contó que luego del llamado de Laura, dos hermanos salieron para ir a rescatarla. Y que pasaron frente a la escena del crimen sin notar que su hermana estaba muerta en el barranco.

“Laura trabajaba hace mucho en la chocolatería. Además estudiaba en el instituto de formación docente Nº 3 y a fin de este año se recibía de maestra de primaria. El caso revolucionó la ciudad porque ella hacía las prácticas en escuelas rurales”, concluyó el familiar de la víctima, que al cierre de esta edición era velada en la casa de sus padres, Juan Ángel y Sara, sobre la calle Nonthue al 100 de San Martín de los Andes.

Antecedente macabro

En febrero de 2013, el hijo de Ana Gontek, un niño de siete años que sufría parálisis cerebral, murió dentro del vehículo en el que viajaba con su madre. La mujer declaró que la camioneta cayó al lago Machónico, también ubicado en la zona del Lacar, por una mala maniobra involuntaria.

El fiscal Manuel González siempre sostuvo que se había tratado de un homicidio doloso, pero el juez a cargo del caso lo desplazó en medio de una batalla mediática. La investigación se estancó pero el fiscal Fernando Rubio, que remplazó a González, mantuvo la misma línea de hipótesis. Hasta la fecha, el caso no avanzó y sigue siendo materia de debate judicial.

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