Dilma: "Estoy abierta al diálogo y voy a impulsar los cambios que Brasil exige"
La mandataria reelecta aseguró que el país “no está dividido”, como dijo el opositor Aécio Neves. Prometió una reforma política y combatir la corrupción. “Quiero ser una presidente mucho mejor”, dijo tras el anuncio de su triunfo en segunda vuelta.
“Me gustaría agradecer a cada uno de ustedes y a cada una de ustedes. Arranco mi discurso enviando un saludo al presidente Lula”, ha dicho Rousseff en sus primeras palabras como presidente reelecta. Luego saludó uno a uno a los presidentes de los partidos que integran la alianza de gobierno que lidera el Partido de los Trabajadores (PT).
“Señoras y señores, amigos y amigas, llegamos al final de una disputa electoral que movilizó a todas las fuerzas de nuestro país. Como vencedora de estas elecciones históricas agradezco a mi compañero de coalición Michel Temer“, agregó en medio de los gritos de sus seguidores. “Agradezco a cada uno de los integrantes de esta militancia combativa, que fue el alma de esta victoria”, dijo.
“Desde el fondo de mi corazón, agradezco al militante número uno de las causas del pueblo, el presidente Lula” , celebró Rousseff antes de fundirse en un abrazo con el mandatario, quien le ha prestado su apoyo en la campaña.
“No creo que estas elecciones hayan dividido al país, entiendo que movilizaron ideas y emociones a veces contradictorias, pero todas unidas por un sentimiento común: un futuro mejor para el país”, dijo en referencia a las acusaciones de Neves de que la campaña había fracturado a la sociedad brasileña.
Rousseff afirmó que sus primeras palabras son “para hacer un llamado a la paz y a la unión” y sostuvo que está dispuesta al diálogo con los distintos sectores de la oposición. “Quiero ser una presidente mucho mejor de lo que fui hasta ahora”, dijo mientras los simpatizantes vitoreaban: “Corazón valiente”.
A continuación, la mandataria señaló que la palabra más repetida durante la campaña fue “cambio”, y el tema más exigido, “reformas”, y que, por eso, concentrará sus esfuerzos en impulsar una reforma política, que someterá a plebiscito.
“La primera reforma, la más importante, será la reforma política. Y quiero discutir este tema con el nuevo Congreso y con toda la sociedad. Habrá acuerdo para abrir una discusión y llevar a cabo las medidas concretas”, anunció.
“Tenemos la obligación de combatir la corrupción. Voy a fortalecer las instituciones de control para acabar con la impunidad, que es la protectora de la corrupción”, prosiguió.
“Impulsaré medidas concretas para promover el crecimiento, el empleo y la valorización de los salarios. Vamos a dar más impulso a todos los sectores, en especial, a la industria”, dijo con respecto a las medidas. “Continuaré combatiendo con rigor la inflación. También voy a impulsar el diálogo con todas las fuerzas productivas del país”, añadió.
“Es el momento de creer en Brasil. Sé la responsabilidad que pesa sobre mis hombros. Vamos a avanzar hacia un país más productivo, más solidario, un Brasil de las oportunidades, que valorice el trabajo y la energía emprendedora”, indicó durante su discurso.
Y concluyó: “Vamos a avanzar por un camino que nos va a ayudar a construir el presente y el futuro. El amor que recibí en esta campaña me da la energía para seguir adelante con mucha más dedicación. Hoy soy mucho más fuerte, más serena y mucho más madura para enfrentar esta tarea que me han dado. Brasil, ésta es tu hija y no va a huir de la lucha. Viva Brasil, viva el pueblo brasileño”.
Los sondeos no se equivocaron. Con el 51,56% de los votos, Dilma Rousseff obtuvo finalmente la reelección en Brasil, y el 1° de enero de 2015 iniciará un segundo mandato de cuatro años. Los resultados oficiales emitidos por el Tribunal Superior Electoral otorgaron el triunfo a la líder del Partido de los Trabajadores (PT), agrupación que ahora podrá sumar 16 años años ininterrumpidos en el poder. “Muy agradecida”, escribió la mandataria en Twitter.
En el camino ha quedado Aécio Neves, un hombre de la élite política brasileña, ex diputado, ex senador y ex gobernador con fama de playboy. Neves encarnó el cambio y prometió poner freno a la corrupción, dar un giro liberal para que el país vuelva a crecer, controlar la elevada inflación y “mejorar” los programas sociales. Pero sus promesas de campaña han quedado opacadas por la arrolladora capacidad electoral del PT. Finalmente, obtuvo el 48,44%, tan solo tres puntos porcentuales por debajo de la mandataria.
Rousseff, de 66 años, una “dama de hierro” de izquierda, ex guerrillera durante la dictadura, ha prometido, en cambio, continuar y ampliar los programas sociales impulsados por su partido,y que benefician a un cuarto de los 202 millones de brasileños.
Un total de 142,8 millones de brasileños fueron convocados a las urnas en este inmenso país. Los centros de votación abrieron a las 08:00 (10:00 GMT), mientras que las últimas cerraron a las 19 (21:00 GMT) debido a la diferencia horaria.
Los últimos sondeos ya daban una leve ventaja a Rousseff de entre cuatro y seis puntos. Había perdido un punto en los últimos dos días, y su rival había subido otro, pero siempre tuvo más chances de victoria.