viernes, noviembre 22, 2024
Sociedad

Habló la mamá de una nena que se curó con aceite cannábico

“Josefina está hermosa”, dijo María Laura Alasi, su mamá. Es que el tratamiento con el aceite de cannabis fue un cambio para su vida. “Fue darle calidad de vida no sólo a ella sino a toda la familia”.

A los 7 meses, a la nena le diagnosticaron síndrome de West en el Hospital Garrahan, una enfermedad rara que provoca episodios convulsivos de muy difícil control.

“Después de haber probado con infinidades de medicamentos anticonvulsivantes y una dieta cetogénica (rica en grasas que hace reducir las crisis), el aceite de cannabis vino a nuestra vida”, amplió la mamá a De La Bahía Noticias.

“No escuchaba sobre este tipo de tratamiento en la radio ni lo veía en los diarios, sino que llegué a él por conversar con una mamá cuando llevamos a Josefina a los tratamientos de rehabilitación”, afirmó.

El síndrome de West genera retraso madurativo: “mi nena tiene 3 años y no camina ni habla, recién ahora comenzó a agarrar sus juguetes, es muy duro para la familia y para una nenita que tendría que estar con sus amigas jugando o yendo al jardín.”

Como tener, cultivar y consumir marihuana es ilegal y no lo podía obtener elaborado, María Laura empezó a cultivar dos plantas de cannabis y algunos cultivadores le regalaron flores. “Luego miré videos por internet y, con mucho cuidado, empecé a elaborar el aceite”, señaló.

Siguió: “También me puse en contacto con mamás de Chile que cultivan la medicina para sus hijos y con ellas aprendí lo referida la dosificación. Así fue el camino: muy artesanal”.

Luego de seis días, Josefina casi no hacía convulsiones y mejoraba día a día. Con toda esa información y avales médicos, los padres de la nena pidieron autorización para importarlo y la Anmat lo aprobó.

“A no todos los nenes les funciona este aceite ya que la planta tiene muchos componentes y hay algunos que funcionan mejor en ciertas patologías, las madres estamos pidiendo que se pueda hacer el aceite en Argentina pero para eso necesitamos que sea legal”, expuso.

El cierre fue claro: “para derribar los prejuicios, hay que informarse”.

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