Día Mundial del Corazón: “Los controles son los que nos van a salvar”
El doctor Mario Fitz Maurice (MN 83671), médico cardiólogo universitario, especialista certificado en arritmias cardíacas, jefe de electrofisiología del Hospital Rivadavia y director médico del Instituto Nacional de Arritmias (INADEA) recuerda que cada 15 minutos muere una persona por problemas cardíacos, y la mitad de estos fallecimientos se da de forma súbita: en personas que no presentaron ningún síntoma antes.
“Esto se puede evitar con controles anuales, información, sabiendo RCP y teniendo un desfibrilador cerca.” dice Fitz Maurice. “En Argentina, la ley Ley 27.159 obliga a los lugares públicos a tener desfibrilador. Sin embargo, en la práctica no ocurre. No hay suficientes desfibriladores. Y solo tener desfibrilador no basta. Tenés que saber hacer RCP, saber donde están los desfibriladores para poder usarlos”, subrayó.
“El desfibrilador es un aparato electrónico pequeño y automático que diagnostica y trata arritmias y paradas cardíacas, pudiendo evitar muertes. Guía fácilmente al usuario con instrucciones de voz. Se conectan dos electrodos al tórax del paciente, que analizan el ritmo cardíaco y detectan si se requiere tratamiento eléctrico o no, y lo aplica si es necesario”, explicó el médico cardiólogo.
“Los controles son los que nos van a salvar. La información. El saber dónde están los desfibriladores. El saber hacer RCP. Capacitarse. Para frenar las muertes súbitas es necesario que los desfibriladores estén señalizados. Que todos sepamos dónde están y cómo utilizarlos”.
El especialista hizo hincapié en que “cualquier persona puede manipular un desfibrilador. Es imposible lastimar o generar más daño a una persona haciéndole RCP o usando un desfibrilador, porque la persona que lo necesita ya está inconsciente. Por otra parte, la ley protege a quien intenta socorrer a otra persona”.
Ante una muerte súbita, la persona que recibe RCP, tiene 20% de posibilidades de vida. Las posibilidades aumentan a un 80% si a la reanimación cardiopulmonar se le suma el desfibrilador. Hay que tener en cuenta que aquella persona que no reciba nada y solo espere a la ambulancia tiene un 0,1% de posibilidades de sobrevivir. (Diario Ar)