Detuvieron a un presunto socio de Juan Suris
Un presunto socio de Juan Suris, el empresario detenido en una cárcel de Bahía Blanca acusado de falsificación y venta de IVA a través de la emisión de facturas truchas, por un total de 14 millones de pesos, cayó preso ayer en una casa de Villa Castells, al estar mencionado en una investigación que persigue a una supuesta banda de reducidores de autos de alta gama.
El operativo, de acuerdo a fuentes policiales, se desarrolló en la calle 8 Nº 2563, donde se procedió a la captura de quien fue identificado como Fabio Alberto Crucianelli (50), uno de los aparentes responsables de la organización delictiva.
Precisamente, siempre en base a los mismos voceros, el acusado, de profesión comerciante, es oriundo de la ciudad de Bahía Blanca, donde conoció a Suris y además se registró la aprehensión de otro de los sospechosos: Fernando Ariel Gianonni (50).
En total, aclararon los informantes, fueron siete las personas detenidas sindicadas de integrar una organización delictiva que se dedicaría a robar autos de alta gama en Capital Federal, La Plata y el Conurbano, para luego falsificar los papeles y venderlos en concesionarias de ciudades del sur del territorio bonaerense y de Río Negro.
El ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, resaltó la importancia de la detención de los sospechosos y aseguró que la organización desbaratada era una “mafia”.
“Acá sin dudas se desbarató una mafia que contaba toda una organización, porque tenían preparado desde el momento del robo del auto hasta su comercialización; toda una red de delincuentes organizados”, dijo Ritondo en una rueda de prensa.
Fuentes judiciales aseguraron que la investigación comenzó hace un año y que las detenciones se registraron en las últimas horas tras 18 allanamientos realizados por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Morón, que contó con la colaboración de efectivos de distintas dependencias de Seguridad, en un operativo denominado “Rápido y Furioso”, ya que la mayoría de los coches eran preparados para participar de carreras ilegales.
“Se realizaron procedimientos en Morón, en La Plata, Berisso, en Bahía Blanca, en la ciudad rionegrina de Viedma, y se secuestraron varios autos de alta gama, entre ellos una coupé Audi A5, un Mini Cooper, un Mercedes Benz CLS350, una camioneta Toyota y un Ford Focus, entre otros”, dijo un allegado con acceso al expediente judicial.
De acuerdo a los datos que constan en la causa que tiene a su cargo el juez federal de Morón, Néstor Barral, y de la cual también participó el fiscal federal Sebastián Basso, la banda robaba los autos a pedido, en especial vehículos de alta gama y utilitarios.
“Lo primero que hacían era llevaron a un galpón en la zona de Morón para ‘enfriarlos’, lo que significa en la jerga delictiva esconderlos a la espera de saber si tenían instalada alguna alarma de rastreo satelital. Una vez que sabían que ya no los buscaba la Policía, les hacían chapa patente nueva, documentación falsa y lo sacaban a la venta en el sur de la provincia y en Río Negro”, dijo un investigador.
En uno de los allanamientos se descubrió una especie de taller mecánico donde preparaban autos para correr picadas y además funcionaba una especie de metalúrgica donde fabricaban patentes truchas para ponerle a los autos robados.
Además de los siete detenidos, la policía aseguró que hay dos personas prófugas, una de ellas el otro presunto co-organizador de la banda, amigo de Cruccianelli, y un hombre que se dedicaba a cometer los robos en la vía pública, quien ya está identificado.
En Berisso también hubo un allanamiento, sobre la calle Entre Muros entre Marsella y Valparaíso, aunque sin resultados. (Diario El Día)