Destituyen a la presidenta de Corea del Sur y se desatan fuertes protestas: dos muertos
En un dictamen histórico, la Corte Constitucional de Corea del Sur confirmó este viernes la destitución de la presidenta Park Geun-Hye, envuelta en un escándalo de corrupción y tráfico de influencias, que llevó al parlamento a apartarla de su cargo en diciembre. Ahora la ex mandataria enfrentaría un proceso penal.
Park, de 65 años, queda así apartada definitivamente del cargo por “violaciones de la Constitución y por traicionar la confianza de la gente”, dijo la presidenta del tribunal. El país irá ahora a elecciones y tiene que elegir un nuevo mandatario en 60 días.
El fallo desató violentas protestas que dejaron por ahora unos dos muertos.
Las acciones de Park “constituyen un grave atentado al espíritu (…) de la democracia y al Estado de Derecho”, declaró la presidente de la Corte Constitucional, Lee Jung-Mi.
Según los jueces del Constitucional, la mandataria dejó que su amiga íntima Choi Soon-sil se inmiscuyera en los asuntos de gobierno, inclusive en las decisiones de personal, y que tuviese acceso a documentos secretos. Choi, hija de un ex líder de una secta y mentor de Park, nunca desempeñó ningún cargo oficial. El caso pasó a llamarse la “Rasputina”.
Los jueces acusaron a Park de haber ocultado el papel de Choi y de haber rechazado cualquier sospecha contra ella. Park abusó de “su posición a favor de los intereses de Choi”, dijo la presidenta del Constitucional. Los jueces confían en que se pueda poner fin ahora al “caos poítico” con esta sentencia.
Fuera de la corte grupos afines a la presidenta y partidarios de su destitución se congregaron para seguir el fin del proceso, transmitido por televisión.
La policía tuvo que cercar la Corte, donde se vivieron escenas dramáticas. En las protestas de seguidores de Pak murieron dos personas, un hombre de 72 años y otro de 60 años. Los manifestantes y y la policía acabaron enfrentándose con violencia.
Park, la hija del dictador Park Chung-Hee, se convirtió en la primera presidenta de Corea del Sur cuando fue elegida en 2012, con la mayor votación jamás obtenida por un presidente en democracia.
Pero su estilo distante y una serie de controversias, sumadas al descontento social y político, lastraron su popularidad y llevaron a millones de personas a la calle para pedir su destitución.
En diciembre el parlamento la destituyó por cargos de soborno y abuso de poder, una decisión confirmada este viernes por la más alta instancia judicial del país.
Ahora Park estará obligada a abandonar el palacio presidencial y perderá además su inmunidad como jefa de Estado.
El escándalo político se centra en Choi. Está acusada de haber utilizado su influencia para obtener más de 70 millones de dólares de diferentes empresas y de inmiscuirse en los asuntos del Estado.
Park pidió perdón en reiteradas ocasiones por el escándalo pero negó las acusaciones de haber actuado ilegalmente, en el testimonio escrito enviado a la corte en la última audiencia, celebrada en febrero.
“Nunca he buscado enriquecimiento o abusado del poder como presidenta (…) Pido a la corte que tome una decisión sabia”, argumentó.
El tribunal estimó que Park infringió la ley al permitir a su amiga influir en asuntos de Estado.
“El presidente tiene que usar su poder conforme a la Constitución y a las leyes y los detalles sobre su función deben ser transparentes, para que el pueblo pueda evaluar su trabajo”, afirmaron los magistrados.
“Pero Park ocultó completamente las intromisiones de Choi en los asuntos de Estado, las desmintió cuando emergieron las acusaciones e incluso criticó a quienes las emitieron”, dijo Lee.
(Clarín)