Después de 50 años, Robledo Puch podría salir en libertad y vivir en un asilo de ancianos
Después de pasar medio siglo preso por los 11 crímenes que cometió entre 1971 y 1972, Carlos Eduardo Robledo Puch podría finalmente dejar atrás sus días en prisión. Al parecer, dos mujeres se ofrecieron como una suerte de “garantes” para que el Ángel de la Muerte pueda vivir en un asilo de ancianos.
Actualmente Puch tiene 70 años y está detenido en la cárcel de Olmos, pero hace rato que agotó su pena. Sin embargo, la Justicia rechazó hasta ahora sistemáticamente cada planteo de la defensa para que el asesino más famoso de la Argentina recupere la libertad.
Uno de los obstáculos para ello había sido, justamente, que después de tanto tiempo encerrado a Robledo ya no le quedan familiares vivos, amigos o parientes lejanos que pudieran recibirlo cuando saliera de la cárcel. Pero esta situación cambió durante las últimas horas.
Jorge Alfonso, su abogado, confirmó que dos mujeres que están a cargo de un asilo de ancianos en San Nicolás ofrecieron albergarlo en ese lugar y que él ya dio su consentimiento. “En estos días voy a presentar los requisitos que me pidió en diciembre el Juez de Ejecución Penal de San Isidro, se hará una constatación y después, calculo, se arbitrarán los medios para que Robledo Puch vaya a esa residencia”, explicó el letrado.
“Está totalmente ansioso, quiere salir, quiere otro ambiente”, indicó Alfonso, sobre el estado anímico de su cliente frente a esta posibilidad. Ahora, la decisión final quedará en manos de los jueces Oscar Roberto Quintana y Ernesto García Maañón, de la Sala 1 de Apelaciones de San Isidro.
Sobre el encuentro que tuvo con Robledo en ese momento, el abogado precisó que tuvieron una charla que se extendió durante más de dos horas, en la cual conversaron “sobre todos los temas”, aunque lo notó con un estado de salud “muy deteriorado”.
Según precisaron voceros penitenciarios, Puch sufre ASMA, EPOC y tiene problemas de movilidad. En cuanto a su estado anímico, el abogado sostuvo que “cumplir 50 años en prisión lo mató” y lo describió como “un muerto en vida”.