Después de 10 años, el rompehielos Almirante Irízar vuelve a la Antártida en un misión oficial
Luego de una década de reparaciones y un año de someterse a distintas pruebas, el rompehielos Almirante Irízar zarpará hoy de la dársena E del puerto de Buenos Aires hacia la Antártida. Uno de los objetivos es abastecer las bases argentinas en ese continente, en su primera misión oficial desde el incendio que casi lo destruye, en abril de 2007.
El viaje se producirá en el marco de la Campaña Antártica de Verano 2017-2018 (CAV), que comenzó formalmente el pasado lunes 18 cuando el aviso “Estrecho de San Carlos” y el transporte naval “Canal de Beagle” salieron desde Buenos Aires. La expedición se extenderá hasta principios de abril con un cronograma en el que buques y aviones deberán coordinar sus movimientos, de acuerdo al inestable clima antártico y a las condiciones glaciológicas que fijan las “ventanas de oportunidad” para acceder a algunas de las 13 bases argentinas en el continente blanco.
Más de dos mil personas trabajan en esta campaña para que los buques puedan trasladar 183 toneladas de víveres, 1700 metros cúbicos a granel de gasoil antártico, 4310 tambores de distintos combustibles, 822 tubos de gas y 962 toneladas de cargas generales.
Además, los aviones C-130 de la Fuerza Aérea Argentina tienen la responsabilidad de sostener un puente aéreo con la base Marambio que complemente el traslado de cargas, agilice el despliegue de las nuevas dotaciones y el repliegue del personal que sostuvo operativas las bases durante 2017.
En los últimos dos años, el rompehielos volvió a navegar con el objetivo de ser sometido a distintas pruebas de hielo y viajes por los mares para constatar su estado técnico, antes de reanudar el servicio oficial.
El Irízar fue reparado y puesto en condiciones en Tandanor, astillero propiedad del Estado, con un costo aproximado de 284 millones de dólares, incluidos los 137 millones de dólares destinados al alquiler de buques polares extranjeros en las sucesivas campañas antárticas.
Durante los diez años transcurridos desde el incendio, que lo dejó en un 80% fuera de servicio, pasaron cinco ministros de Defensa: Nilda Garré, Arturo Puricelli, Agustín Rossi, Julio Martínez y Oscar Aguad, quien está a cargo desde julio de este año.
El itinerario
El jefe del Comando Operacional de las Fuerzas Armadas, general de división Carlos Pérez Aquino, explicó cómo es la campaña. “Se divide en etapas. La primera arrancó el lunes 18 con la zarpada del aviso ‘Estrecho de San Carlos’ que no tiene bodegas pero lleva en su cubierta tambores de combustible y algunos otros equipos, y del transporte naval ‘Canal de Beagle’ que carga gran parte del abastecimiento. Ambos buques ya navegan hacia la base Orcadas”, indicó.
“Todo este despliegue de personal, buques y aviones está atado a las ventanas de oportunidad que ofrezcan los hielos antárticos y a un clima hostil que suele variar mucho en muy poco tiempo y sin aviso”, advirtió.
Desde Marambio, el rompehielos partirá rumbo a Belgrano II, la más aislada de las bases argentinas, a la que solo se puede acceder a través de un canal costero que se abre durante unas semanas al año, cuando el hielo que cubre el mar de Weddell se separa del continente.
El ‘Irízar’ “tiene que aprovechar esa ventana de oportunidad para aproximarse todo lo que pueda a la base y desde allí los helicópteros descargan el material. Por eso es importante estar lo más cerca posible para minimizar las horas de vuelo”, comentó.
La tarea de asistencia es fundamental para la base Belgrano II, que no recibe asistencia por mar desde el verano de 2014. Hasta ahora, los recambios de personal se hicieron con transporte aéreo.
El canal costero en la zona del cabo Norvegia -que permite acceder a Belgrano II- “se abre cerca del 15 de enero y después esa ventana glaciológica se cierra; la otra ventana importante es la que nos permite acceder a la base San Martín, que se abre al final de la campaña”, explicó.
Luego, la expedición prevé un nuevo paso por Orcadas en su regreso a Ushuaia, donde se encontrará con el buque ‘Canal de Beagle‘, recargará bodegas y partirá otra vez hacia Marambio, detalló.
El ‘Canal de Beagle’ retornará a Buenos Aires a fines de enero con gran parte de los residuos recogidos en la Antártida y volverá a zarpar hacia Ushuaia con carga que traspasará al Irizar y al aviso ‘Estrecho de San Carlos’ para que la distribuyan en las bases.
A lo largo de toda la campaña los Hércules C-130 deberán sostener el puente aéreo con el aeródromo de la base Marambio y con la base chilena Frei, además de coordinar el operativo para el cruce en vuelo del helicóptero Mi-17, que durante el verano asiste al despliegue argentino, apuntó.
Fuente: Infobae