Dermatitis atópica: la segunda enfermedad de la piel más diagnosticada
Los bebés y los niños pequeños son los más afectados por la dermatitis atópica, una afección benigna de la piel que causa sequedad e inflamación acompañada de un intenso prurito. Así lo indica la Sociedad Argentina de Dermatología en la segunda campaña de educación sobre esta enfermedad, que se realiza durante el mes de julio.
Se trata de una enfermedad que aumenta su prevalencia y puede afectar tanto a adultos como niños. Estos últimos son los más perjudicados, ya que el 90% de los pacientes experimentan el inicio de la dermatitis atópica antes de los 5 años y un 80% incluso antes de los 2 años.
De acuerdo con la campaña, realizada en conjunto con Eucerín, los principales síntomas son sequedad de piel, cambios de pH y predisposición a infecciones. Otros signos son las respuestas inmunes exageradas que pueden observarse a nivel respiratorio (asma) y ocular (conjuntivitis y eccema de parpados), generalmente desencadenadas por medicamentos, alimentos, sustancias de contacto, sustancias ambientales o picaduras de insectos.
Esta afección es causada por múltiples factores que interactúan entre sí: genéticos, inmunológicos, infecciosos, medio-ambientales, sociales o psico-emocionales, en personas con alteraciones de la llamada barrera cutánea y la inmunidad.
No obstante, en torno a la prevención, son varias las recomendaciones básicas asociadas a un adecuado cuidado diario de la piel tales como:
– Evitar ambientes muy calefaccionados y secos.
– Evitar el uso de lana y fibras sintéticas en contacto directo con la piel, así como el abrigo excesivo.
– Evitar el contacto de la piel con broches metálicos, etiquetas, goma y plásticos.
– Evitar los perfumes.
– Evitar la inhalación de pólenes y polvo ambiental
Si bien todavía no existe cura para esta afección, sus síntomas pueden ser parcialmente mejorados con un adecuado cuidado de la piel, entre ellos:
– Realizar baños cortos (de no más de 5 minutos) y con agua tibia.
– Utilizar sustitutos del jabón de pH neutro
– Evitar la fricción de la toalla contra la piel. Se recomienda dar palmadas suaves para secar
– Hidratar la piel con cremas adecuadas. Si es necesario se puede aplicar varias veces al día.
– Evitar alimentos irritantes locales como cítricos, tomate, picantes y queso de rallar cuando existe dermatitis en la cara.
Es importante la consulta al dermatólogo ya que el adecuado cuidado de la piel previene los brotes mejorando la calidad de vida.
Fuente: Docsalud