Denuncian “riesgo de vida” del hombre que acusa por abuso sexual a candidato a gobernador fueguino
Una pericia psicológica aseguró que corre “riesgo de vida” ya que presenta “más de seis indicadores de riesgo suicida” uno de los tres trabajadores de la construcción que denunció por abuso sexual al intendente de Río Grande y candidato a gobernador de Tierra del Fuego Gustavo Melella, informaron hoy fuentes oficiales.
El peritaje reveló que la supuesta víctima de Melella necesita “con carácter de urgente” iniciar un “tratamiento combinado psiquiátrico y psicológico”, detallaron a Télam las fuentes consultadas.
El estudio, realizado por la psicóloga y especialista en psicología jurídica Paula Sánchez Ayala, fue presentado ante el Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego por el abogado Francisco Giménez, patrocinante legal de los obreros denunciantes y querellante en la causa judicial.
Giménez asegura que desde el inicio del caso, en agosto de 2018, solicitó en tres oportunidades al juez de instrucción de Río Grande Raúl Sahade, a cargo de la investigación, que se active el protocolo de protección de víctimas de delitos sexuales, y que se realicen pericias psicológicas a los denunciantes y se les brinde contención.
Según el abogado, el juez contestó a cada pedido con la fórmula “téngase por presentado”, y la última vez, el último 6 de mayo, intimó a la parte a que en “72 horas” demuestre con documentación el “cuadro de afectación psicológica” que comprendería a las víctimas.
Ante ello, el letrado convocó a la experta para que examinara a sus asistidos -en especial a uno, que es el más afectado- y presentó la pericia al juzgado y al Superior Tribunal, haciendo saber de la “gravedad de lo ocurrido” y solicitando al organismo que examine la conducta funcional del juez Sahade.
En el informe pericial al que accedió Télam, el denunciante reiteró que intentando obtener empleo y cobrar por tareas ya realizadas, acudió un domingo a la casa de Melella, en Río Grande, y allí fue abordado sexualmente por el intendente.
“No podía creer lo que estaba sucediendo. Es algo aberrante. Después de eso entendí lo que es ser violado, después de haber escuchado a mujeres hablar así”, le dijo el hombre a la psicóloga.
Según la pericia, después de aquel episodio, el hombre “no dejaba de pensar nunca en el tema” y tuvo “la fantasía de encontrar a Melella y matarlo”, por lo que “su estado de ánimo comenzó a cambiar” y “quedó aislado, sin apoyo socio-familiar y con problemas económicos, de vivienda, de acceso a la salud y de alimentación”.
“Las secuelas de los hechos que ha denunciado ha desencadenado un trastorno depresivo que devino crónico, asociado a signos de estrés postraumático en remisión parcial”, indica el informe, y destaca que el hombre manifestó preferir “haber muerto o estar muerto antes que pasar por lo que finamente denunció”.
El abogado Giménez asegura que el juez Sahade “se ha negado sistemáticamente a investigar a Melella”, y que en lugar de producir prueba para intentar demostrar los hechos, se “ha dedicado a investigar a las víctimas y testigos”, señaló.