Demuestran que el sueño es clave para la recuperación tras un infarto
Un estudio publicado en Nature por el equipo de Mount Sinai muestra que, tras un infarto de miocardio, el cerebro y el corazón colaboran para inducir el sueño profundo, y activan así mecanismos naturales de sanación.
Durante esta fase de descanso de ondas lentas, el sistema nervioso reduce la frecuencia cardíaca y la presión arterial, disminuyendo el estrés y la inflamación.
Este proceso involucra a monocitos que, al llegar al cerebro, inician una respuesta inflamatoria controlada que promueve el sueño reparador y favorece la recuperación del tejido cardíaco.
Estos hallazgos subrayan que una buena calidad de sueño tras un infarto es esencial para prevenir complicaciones.
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