Delfina Chaves escrachó a Pedro Alfonso con un video íntimo
Según cuenta su propia hermana, Paula, Delfina Chaves es una tía copada y salvadora que se ocupa y divierte con sus sobrinos, Olivia y Baltazar. ¿Pensará lo mismo Pedro Alfonso sobre su cuñada? Es que la actriz de Argentina, Tierra de Amor y Venganza grabó al actor en un momento de intimidad nocturna.
La morocha hizo una historia de Instagram en la que se pregunta: “¿Por qué habla solo pero con un auricular de call center?”. En ese mismo video, se lo puede ver a Peter jugando a la play y conectado con los auriculares con los que se puede hablar con otros usuarios. El actor estaba en medio de un juego de autos. Tras percatarse de que la actriz lo estaba filmando, y sin sacar la mirada del juego, Pedro fue contudente: “No me vengas a desconcentrar“.
En las últimas semanas, Chaves fue noticia, además de por su rol protagónico en la tira de El Trece que es un éxito en rating, por haber contado que padece parálisis de sueño. “Con esto de la parálisis una insólita cantidad de personas me escribieron para recomendarme entidades católicas y pasarme teléfonos de curas que prestan servicios de ‘dexorcización’. Estoy maravillada con los niveles medievales que estamos manejando“, expresó la artista asombrada por la repercusión. Luego, el periodista Mario Massaccesi también contó que sufre el trastorno.
Debido al ascenso de su fama y a su cercanía con Albert Baró en las escenas de Argentina, Tierra de Amor y Venganza, Delfina sobrelleva los rumores de romance con el actor catalán. “Yo lo conocí en España en diciembre del año pasado, en Madrid, porque él estaba allá justo y si no lo iba a conocer ya en las grabaciones con un año entero de laburo por delante. Arreglamos un café y yo decía ‘¡¿En qué me metí?!’, porque creí que íbamos a quedarnos los dos sentados ahí sin casi ningún tema de conversación”.
Sobre las versiones, agregó: “Eso siempre pasó en Pol-ka… pasó el año pasado con Ángelita (Torres) y Agustín (Casanova), o con Lali Espósito y Mariano Martínez. Yo lo tomo como un halago, porque construimos una pareja que funciona, planteamos un juego en el que uno toca una nota y el otro ya sabe cual nota tocar“. (Exitoína)
