De Susana Giménez a María Julia Alsogaray: quiénes fueron los “pacientes” famosos de Giselle Rímolo
Fue también en noviembre. Pero hace 16 años. Hacia fines de 2001 la opinión pública argentina quedó impactada por la noticia que reveló entonces el programa Telenoche Investiga del noticiero de Canal 13 mediante una secuencia escandalosa de imágenes donde se la veía en pleno ejercicio de una profesión que no tenía. Desde entonces Giselle Rímolo, que hasta ese día se había paseado por varios programas de televisión junto a su pareja de entonces, el animador Silvio Soldán, hablando sobre las maravillas de los distintos tratamientos que ofrecía, quedó en el ojo de la tormenta.
Quizá por la visibilidad que le daba estar en una relación sentimental con un personaje tan popular como Soldán, fueron varias las celebridades que, tentadas por los presuntos y casi mágicos logros de la supuesta médica experta en nutrición, decidieron probar con sus métodos estéticos, que incluían la prescripción de pastillas y supuestas “cápsulas naturales adelgazantes” que con el tiempo se demostró que contenían anfetaminas.
Una de las personalidades más conocidas que, según distintos medios de los ’90, pasó por los tratamientos de Rímolo fue Susana Giménez. La diva de la televisión habría consultado a la falsa médica con la intención de iniciar un tratamiento para bajar de peso pero el régimen con cápsulas al que habría sido sometida resultó perjudicial para su salud. La conductora, que ya padecía problemas de jaquecas intensas, habría sufrido a partir del tratamiento todavía más dolores de cabeza.
Sin embargo, después de contactarse con Rímolo, en lugar de sentirse bien y en forma, Fernández comenzó a padecer diversos malestares físicos como taquicardia y sequedad en la boca. Tal como reveló ante los medios, el cuadro fue tan grave que un día llegó a quedar internado unas horas para poder superar un cuadro de desvanecimiento que había sufrido. Superado el trance, el periodista fue a ver a su médico de cabecera quien, consternado y luego de realizarle distintos estudios, aseguró: “A vos te están dando veneno”. Se refería a las pastillas que Tití había estado ingiriendo por prescripción de Rímolo. El profesional le dijo también que si Fernández hubiera continuado 48 horas más con el tratamiento, “el resultado hubiera sido más grave”.
También del ambiente del periodismo deportivo, el actual panelista de Intratables Paulo Vilouta fue una de las víctimas de Rímolo hacia fines de los ’90 y en las últimas horas, enfurecido, salió a contar sobre lo que vivió en aquellos años.
El hombre relató en el programa Por si las moscas, de la radio La Once Diez, que llegó hasta la presunta nutricionista por recomendación de Soldán.
“Yo fui por recomendación de Silvio y esta mujer estaba en la cresta de la ola. Le iba tan bien que le sacaba pacientes, que para ella eran clientes, a un Cormillot o Ravena, a los mejores médicos”, afirmó Vilouta y agregó: “En ese momento se le pagaba como 2500 pesos, me acuerdo que en la primera batería de medicamentos me sentía mal, hablé con ella y me contestaba muy verborrágica como loca y me cambió la batería de pastillas. En la segunda dosis me volví a sentir mal, en la tercera me descompuse al punto de caer en una farmacia donde el muchacho que me atendió me hizo revisar lo que estaba tomando”.
Pero las personalidades de la farándula, entre las que también habrían estado Carmen Barbieri y la periodista Lía Salgado, no fueron la única especialidad de Rímolo.
Según distintas publicaciones de la época, algunas figuras de la política nacional también se vieron atraídas por los presuntos beneficios del régimen que promovía Rímolo. Además de la entonces senadora peronista Liliana Gurdulich, quien también acudió a consultarle para llevar a cabo diversos tratamientos estéticos fue la recientemente fallecida María Julia Alsogaray, funcionaria emblemática del menemismo y destacada, entre otras cosas, por su insistente coquetería.
Dieciséis años después de que estallara el escándalo en un programa de televisión, las palabras de Rímolo todavía resuenan, hablando con certeza ante una cámara oculta sobre sus supuestos títulos y pergaminos. “Doctora en psicología, doctora en homeopatía, homeópata, licenciada en terapias alternativas, terapeuta floral, digitopunturista, irióloga”, enumeraba con orgullo. Sin saberlo, la falsa médica se enfrentaba a un falso paciente y así tomaba de su propia medicina.
Fuente: Teleshow