De la famosa “vaselina” frente a Boca a vivir en el campo
Ricardo Rojas se ganó un lugar en la historia de los Superclásicos con su famosa “vaselina” en 2002, en La Bombonera, en el recordado triunfo de River sobre Boca por 3-0. Fueron cinco años en el Millonario, hasta 2006. Luego, un torneo en Belgrano y el retiro, no solo del fútbol sino de todo lo que lo rodea: ahora vive en un campo, no mira televisión ni sabe cuándo se juega el duelo de semifinales de Copa Libertadores.
“Desde que dejé el fútbol, hace 13 años, no recuerdo haber pisado de vuelta un estadio. No veo fútbol. Si vos me decís cuántos puntos tiene River, no sé. Le pido perdón a Marcelo (Gallardo) porque es muy buen técnico, muy buena persona, excelente profesional, pero no sé cuántos puntos tiene River”, contó Rojas en una entrevista publicada por Infobae, que buscó el rastro del ex defensor hasta llegar a Puerto Rico, una ciudad misionera de 25 mil habitantes a orillas del Paraná.
La pelota es cosa del pasado para Rojas, quien jugó la Copa América 1997 con la Selección de Paraguay y alcanzó los octavos de final del Mundial de Francia 1998. En realidad, sigue jugando, aunque lo hace con amigos, ya no como defensor sino como delantero. También le gustan los videojuegos. Pero todo en su justa medida: “Debo evaluar qué cosas son importantes, cuáles necesarias y cuáles esenciales, las que sí o sí debo hacer. En un momento de mi vida fue una bendición desarrollar el talento del deporte, pero hay otros talentos que uno puede conocer. Renovarse es lo que nos da vida, nos desafía”.
Parte del diálogo con Rojas mantiene con Infobae demuestra lo alejado que está del fútbol y todo lo que lo rodea: cuando le preguntan si va a mirar el Superclásico de Libertadores, consulta cuándo se va a jugar, y al confirmar que será el próximo martes responde: “Sinceramente no creo… Por ahí lo escucho por la radio o veo el compacto después”.
Para muchos futbolistas, el retiro es un camino difícil de atravesar, pero no para Rojas, quien rápidamente encontró nuevas motivaciones en su vida: “¿Extrañar? Sinceramente no. Fue una etapa. Considero que es un libro. Lo leíste, lo disfrutaste, quizás repasaste un capítulo porque te gustó cómo lo relataban, pero terminó el libro, se cerró y agarrás otro libro. Descubro en el próximo otra aventura, otro desafío, otros personajes…”.