De juntar monedas a ser entrenado por Maradona
“Me considero un jugador con mucha entrega, mucho compromiso. Voy bien de arriba y trato de pegarle con las dos piernas”. La carta de presentación de Danilo Carando con minutouno.com es simple, sincera. No dista mucho de la que podría esgrimir cualquier futbolista convencional, con una excepción para nada menor: acaba de convertirse en refuerzo del equipo que dirige un tal Diego Armando Maradona.
Con 29 años y una vasta trayectoria en diferentes países e infinidad de equipos, el delantero nacido en Dalmacio Vélez Sarsfield, Córdoba, arribó hace pocos días a los Emiratos Árabes para sumarse al Al Fujairah y tendrá así la chance de ser dirigido por el ex entrenador de la Selección argentina, aunque admite no saber cómo fue que se fijaron en él.
“Tenía algunas propuestas del fútbol peruano y de Colombia, pero surgió la posibilidad de venir acá y me gustó. El interés llegó a través de mi representante, la verdad es que no sé cómo llegó mi nombre al club”, relata Carando en diálogo teléfonico tras una de sus primeras jornadas como jugador del club de la Segunda División del país árabe.
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Durante el último año, el delantero tuvo una destacada actuación en Real Garcilaso de Perú, club con el que alcanzó la clasificación a la Copa Libertadores y en el que sobresalió con 19 tantos que le permitieron ser el tercer goleador del Torneo Descentralizado de aquel país.
Pero claro, pese a su cómoda situación en tierras peruanas y al cariño de la gente, la oportunidad de ser dirigido por Maradona terminó pesando para su decisión de llegar al Fujairah. “Me motivó muchísimo estar al lado del más grande. Para mí es algo fabuloso, algo hermoso. Aprender y poder compartir tiempo con él. Yo estaba convencido de que quería venir acá”, reconoce.
Si bien realizó las divisiones inferiores en Talleres de Córdoba y tuvo pasos por Gimnasia y Esgrima de Mendoza (2011) y Unión de Santa Fe (2016), Carando reconoce “no haber tenido mucho lugar” en el fútbol argentino, lo que lo motivó a probar suerte en otros países para desarrollarse como futbolista.
“En Argentina no te dan tiempo y por eso tuve que irme más de una vez. Es una espina que me queda no haber demostrado en mi país, pero a veces las cosas no se dan y uno tiene que salir a golpear puertas a otro lado”, se lamenta.
Minuto Uno