Cuidar a sus jugadores como si fueran niños: ¿Será una de las claves del éxito de Barca?
Imma Puig, psicóloga y responsable de Relaciones Humanas Deportivas en Barcelona, visitó Buenos Aires y dio una charla sobre el trabajo en equipo; la importancia de atender al otro.
Podría ser una entrañable joven abuela, con su trato amable y el florero con hierbas junto a sus apuntes, sobre el atril. “Probando, que no es lo mismo que robando”, bromea mientras testea el micrófono. Con sus aros de perla blanca y sus chiquitos ojos, algunas arruguitas, y un pequeño maletín que sostiene en su mano, la española Imma Puig, psicóloga y responsable de Relaciones Humanas Deportivas en Barcelona , se excusa inmediatamente con canchallena.com. No puede hablar de su trabajo en el club y respeta a rajatabla el mandamiento. Entonces, la cuestión será adivinar la filosofía de los culés atendiendo a la charla que brindó Puig en un hotel del centro de Buenos Aires para empresarios y curiosos. Entre otras tareas, fue responsable en el apoyo psicológico a los chicos que desembarcaban en La Masía, según una publicación de la revista oficial del club de julio de 2004.
Si Pep Guardiola aplicó sus conceptos en Barcelona es difícil saberlo. Ya sea conscientemente o inconscientemente. También sería imposible y apresurado establecer un puente entre los conceptos de Puig y los títulos del club catalán. Pero quizás, las siguientes claves ayuden a entender, aunque sea un poco más, el éxito de Barcelona.
Cuidar a los otros como a un recién nacido. “¿Cuál es el cometido de un psicólogo en un club de fútbol?”, dice Puig que una vez le preguntó un vicepresidente de una institución para la cual trabajó. “Mi trabajo es cuidar”, respondió. “La palabra cuidar es muy importante. Es la mejor inversión que puede hacerse”, continúa la experimentada psicóloga y experta en trabajo en equipo. Aclara que el método que aplica es el mismo para empresarios y deportistas. E insiste en su idea central: “Qué mal nos sentimos cuando nadie nos escucha, no?”.
Un corporativismo inconsciente. Para Puig, existe “un corporativismo inconsciente colectivo” entre los humanos. Y cita una investigación del ejército de Estados Unidos, en donde comprobaron que si los soldados notaban que los heridos vivos se los cuidaba, ellos estarían dispuestos a arriesgar más en el campo de batalla. Vuelca al deporte su ejemplo: “A un jugador se le renueva el contrato a pesar de estar lesionado. No es lógico desde lo financiero pero si sus pares ven eso, se arriesgarán más jugando porque saben que si les paso algo los van cuidar. Ayuda a que den más de sí mismo”. Y añade: “Esta necesidad de sentirse cuidado está desde que nacemos. Siempre en la vida necesitamos del otro”.
El peligro del éxito. Pero cómo lidiar con el éxito ¿Es más difícil que hacerlo con el fracaso? Barcelona ganó todo en los últimos años. Para muchos, en la era Guardiola-Vilanova, se convirtió en el mejor equipo de todos los tiempos. Esa fue la herencia que tuvo el Tata Martino. En pleno Mundial, en otra charla organizada por el Grupo Rhuo, el rosarino fue implacable en su análisis: “Este es el planteo que yo me hacía: estos chicos ganaban siempre y aparezco yo y dejan de ganar”. Puig entiende que el éxito “es peligroso” porque “tiene un efecto anestésico”. Y cita una frase de Carl Jung: “Cuando alguien me viene a contar un éxito. Decía «espero que este éxito no te haya dañado demasiado»; hay que estar preparado”.
“Sólo podemos ver lo que somos capaces de entender”. En el manejo de grupos, Puig destaca que es importante saber lo que le pasa a todos, y que “comprender es permitirse anticiparse”, por ejemplo, a posibles conflictos.
No sólo formar líderes, también seguidores
En su última visita a Buenos Aires, Pep Guardiola dejó en claro que Lionel Messi cumple el rol de líder en un equipo y que quien se creyera más que él, tendría que salir del equipo. “Cada uno cumple un rol”, dijo Pep. Según Puig, un poco en broma, un poco en serio, más que cursos para líderes, hay que hacer cursos para “seguidores”. Porque también hay que saber ser un seguidor de su líder..