lunes, noviembre 25, 2024
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Cuentan que la relación del rugbier y su asesina era “enfermiza y violenta”

 

Llegaron juntos a un boliche. Discutieron por un mensaje de texto enviado por una ex novia de él. Ella salió corriendo y él la siguió. Evitó que se fuera subido al capot del auto. Ella aceleró. Le pasó por encima y le provocó la muerte al joven rugbier.

Genaro Fortunato, el jugador de 25 años del club Belgrano que fue asesinado en la madrugada del sábado, había comenzado hace poco tiempo una relación con Julieta Silva (29), jugadora de hockey, separada y mamá de dos chicos.

Una amiga de él contó que tenían una relación “enfermiza y violenta”, que “terminó como empezó”.

La fiscal Andrea Rossi acusó a la joven que conducía el auto por “homicidio doblemente calificado por el vínculo de pareja y su comisión por alevosía en concurso ideal”. Para la fiscal es firme la sospecha de que la novia “tuvo la intención de pisarlo y provocarle la muerte”.

Después de arrollar a Genaro, la joven quedó dentro del auto, como shockeada. Fue sacada por la Policía que llegó hasta lugar. El joven continuaba tirado en el piso, un médico que llegó en ambulancia de emergencia pudo constatar que ya había muerto arrollado.

“No paraba de llorar”, aseguró personal del hospital. Sin embargo, una vez que la fiscal pudo tomarle declaración y notificarla en sede judicial de la imputación, resolvió su traslado a la penitenciaría de San Rafael.

Genaro era el más chico de tres hermanos. Vivía solo con su mamá. Su padre trabaja en la UTN de San Rafael. Su familia es muy conocida en el ambiente deportivo y ahora organiza una marcha en su memoria. Uno de sus hermanos también es jugador: es el capitán de la selección mendocina de rugby. (Diario Clarín)

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