¿Cuándo fue la última vez que el clásico español se jugó sin Messi ni Cristiano?
Desde la temporada 2009/10, cuando Cristiano Ronaldo llegó al Real Madrid, siempre participó en un Clásico alguno de los dos mejores futbolistas del mundo. Pero por primera vez después de once años ni el jugador portugués, ni Lionel Messi estarán presentes en un choque entre azulgranas y merengues.
El último partido fue el 23 de diciembre de 2007 cuando el conjunto merengue le ganó 1-0 al catalán con gol de Baptista en el Camp Nou. Ese dato apunta al posible fin de una era en el fútbol español, marcado en los últimos años por la competencia feroz entre dos jugadores de indiscutible valor planetario. Jamás, en los 32 partidos en los que pudieron competir ambos, faltaron los dos a la cita.
Entre la campaña 2009/2010 y la 2017/18, ese fue el número de ocasiones en las que se enfrentaron Real Madrid y Barcelona. Lo hicieron 18 veces en Liga, 6 en la Supercopa de España y en la Copa del Rey y 2 en la Liga de Campeones.
En todos esos enfrentamientos, Ronaldo faltó más veces que Messi a un partido entre Real Madrid y Barcelona. De hecho, el argentino siempre jugó por lo menos un minuto de los 32 duelos. Solo en uno fue suplente, en el curso 2015/16, en la visita del Barcelona al Bernabéu que acabó con goleada azulgrana: 0-4.
Aquel día, el 21 de noviembre de 2015, la Pulga no jugó desde el inicio porque acababa de recuperarse de una lesión grave. Estuvo ocho semanas de baja por una rotura del ligamento colateral interno de la rodilla izquierda y aún no tenía ritmo de competición. Aún así, saltó al campo en el minuto 58 para sustituir al croata Ivan Rakitic.
El resto de partidos, Messi los jugó enteros y fue titular. No fue nunca sustituido y su relación con los clásicos es más regular que la de Ronaldo, que tuvo más sobresaltos que el delantero argentino.
Cristiano, en Liga, fue sustituido en el clásico que perdió el Real Madrid 1-0 en el Camp Nou en su primera temporada en España. Una lesión en un tobillo le alejó dos meses de los terrenos de juego y regresó justo a tiempo para ser titular. Sin embargo, por precaución, fue sustituido por Karim Benzema en el minuto 66.
Después, el 3 de marzo de 2013, en un Real Madrid-Barcelona, CR7 entró dentro de la política de rotaciones de José Mourinho, que ya no se jugaba nada en Liga y tenía que visitar poco después al Manchester United en Old Trafford. El jugador portugués inició el choque en el banquillo y salió al campo a falta de 33 minutos para el final. Sustituyó a Karim Benzema.
También en Liga, la temporada pasada, fue sustituido en el Camp Nou. Con molestias en un tobillo, se marchó al banquillo en el descanso y dejó su hueco a Marco Asensio tras meter uno de los goles del Real Madrid, que empató 2-2.
En la Copa del Rey, por una lesión muscular, Cristiano se perdió la final del curso 2013/14 que se disputó en Mestalla. Vio la victoria del Real Madrid (2-1) junto a los suplentes y vestido de calle. Después, tras el partido, consoló a Messi sobre el césped.
En la Supercopa de España de la temporada pasada, el ex Sporting de Lisboa tampoco pudo jugar todos los minutos. En el choque de ida, en el Camp Nou, inició el partido en el banquillo. Salió a falta de media hora y tuvo tiempo de marcar un gol y de ver una cartulina roja. La vuelta no la jugó tras ser sancionado cinco encuentros.
En total, Cristiano, de los 32 posibles duelos entre Real Madrid y Barcelona, fue titular en 28, fue sustituido en 2 ocasiones, fue suplente con minutos en otras 2 y no participó en un encuentro de la Supercopa por sanción y en una final de Copa por lesión. Messi, de los 32 choques, fue titular en 31 y en una ocasión fue suplente y tuvo minutos.
El resto de números que se perderán los aficionados sin Cristiano ni Messi serán más llamativos. El actual jugador del Juventus, en total, le marcó 18 goles al Barcelona mientras estuvo en España. Messi, por su parte, anotó 20 dianas, 6 de ellas de penal.
Ese será el déficit más grande que tendrá el próximo Barcelona-Real Madrid. Por primer vez en casi diez años los aficionados se quedarán huérfanos del espectáculo que siempre brindan los dos mejores jugadores del mundo. Sin Cristiano y sin Messi, el Clásico será diferente.
Fuente: TyC Sports