viernes, noviembre 22, 2024
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Cuáles son los increíbles beneficios de irse a dormir siempre a la misma hora

La cantidad de horas que una persona destina a dormir suele ser un tema de debate. En una era en donde el trabajo y el ritmo de vida de las personas dificultan el descanso, son pocas las personas que logran conciliar el sueño durante las famosas ocho horas. De esta manera, se genera una privación del sueño que afecta a un conjunto de factores como la memoria, la capacidad de concentración y la coordinación.

“Dormir es algo que todas las personas necesitan para tener una vida saludable, además de ser una necesidad fisiológica. Lo ideal es que sea en una frecuencia en donde el estándar debería estar alrededor de las 8 horas. Vivir en las grandes urbes hace que las personas duerman menos horas, y que se haya perdido el hábito de dormir la siesta, que compensa la pérdida de horas de sueño nocturno”, aseguró en diálogo con Infobaela médica psiquiatra Verónica Mora Dubuc, presidente del Capítulo de Psiquiatría y Ley de APSA (Asociación Psiquiátrica Argentina).

Para los científicos, la regularidad de los hábitos de sueño es muy importante. Acostarse a la misma hora todas las noches repercute en la salud de las personas y trae aparejados diversos beneficios.

Ayuda a dormirse más rápido

Latencia del sueño es el término utilizado por los científicos para referirse al período de tiempo que uno tarda en dormirse. Diferentes investigaciones demostraron que mantener un horario de sueño regular puede ayudar a reducir la cantidad de tiempo que uno tarda en alcanzar el tan ansiado descanso.

Una compilación de datos de estudiantes universitarios en Taiwán, publicado en BMC Public Health, reveló que el sueño irregular aumenta la latencia del sueño de 14 minutos hasta 24 minutos. Por eso, los científicos recomiendan establecer una hora de sueño regular y así pasar menos tiempo intentando dormir.
Incrementa el desempeño académico

Según los expertos, la hora de acostarse es un factor clave en el rendimiento cerebral. Los hábitos irregulares de sueño son considerados académicamente dañinos, e impactan de manera dañina en la persona.

Un estudio de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño analizó alrededor de 8 mil niños de 4 años en Estados Unidos y reveló que cuando tenían reglas consistentes para ir a dormir obtenían mejores calificaciones en pruebas de lenguaje, alfabetización y matemática.

Un reciente estudio analizó a 61 estudiantes universitarios de Harvard y logró vincular los horarios de sueño irregulares con promedios académicos más bajos. Los estudiantes que no dormían a la misma hora con regularidad estaban menos alerta en los momentos claves del aprendizaje.

Las necesidades de sueño no son las mismas cuando la persona llega la adultez. La Fundación del Sueño de Estados Unidos sostiene que los adolescentes necesitan entre 9 a 10 horas de sueño para una buena función neurológica. Y, en el caso de los adultos jóvenes, se necesitan entre 7 y 8 horas. Pero el efecto de la regularidad al dormir no varía según la edad, y el sueño sigue siendo un factor relacionado con el rendimiento académico.

Mejora la salud y aumenta la felicidad

La regularidad a la hora de dormir ayuda a proteger al organismo ante el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los expertos sostienen que, de lunes a viernes, las personas tienen un horario de sueño bastante regular, pero los fines de semana permanecen despiertos por más tiempo, y es lo que los científicos identifican como “jet lag social”.

Otro estudio reciente reveló que ese tipo de personas tiene más probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares y un peor humor, por lo que se recomendó no variar demasiado los ritmos de sueño entre la semana y el fin de semana. En ese sentido, Verónica Mora Dubuc afirmó que si una persona respeta sus horas de sueño sin dudas tendrá una vida saludable.

Además, la comunidad científica comprobó que las mujeres con patrones irregulares de sueño tienen tasas más altas de problemas de metabolismo que aquellas que duermen en horarios regulares.

Otros estudios demostraron la relación entre la cantidad de horas de sueño y la felicidad, afirmando que cuanto más tiempo se duerme de manera irregular, menos felices son las personas.

“Es importante entender que no se puede universalizar, pero lo que se puede afirmar es que el organismo está preparado para dormir una cantidad determinada de horas, y que eso tendrá un impacto directo en la salud”, concluyó la especialista.

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