Cristina ordenó bajar el tono de la pelea y brindar apoyo a Anibal
Varios ministros salieron a respaldar a Aníbal Fernández; hubo silencio de Scioli,Los pequeños y medianos empresarios sufrieron la debacle.
Fiel a su estilo, Daniel Scioli se mantuvo ayer al margen de la polémica y así intentará permanecer hasta el domingo para lograr surfear la crisis que estalló en el interior del oficialismo con la encendida pelea entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez, los dos candidatos a sucederlo.
Preocupados, tanto en la Casa Rosada como en el comando de campaña del candidato presidencial se lamentaban del alto voltaje en el que había derivado la interna para la gobernación a partir de la acusación del jefe de Gabinete de que detrás de la denuncia en su contra en el caso del triple crimen de General Rodríguez estaban sus contrincantes directos en las elecciones.
Scioli no emitió ninguna opinión y sus allegados dijeron que tampoco lo hará en lo que queda de la campaña, para intentar mantenerse al margen de una disputa que lo perjudica. En la Casa Rosada, la presidenta Cristina Kirchner se puso al frente de la estrategia para moderar el daño y ordenó a su gabinete, incluida la fórmula de Domínguez y Fernando Espinoza, que condenaran la denuncia, aunque ello no despejó la dura interna desatada en el Frente para la Victoria (ver aparte).
Desde temprano, la agencia Télam difundió declaraciones del presidente de la Cámara de Diputados en las que se solidarizaba con el jefe de Gabinete, pero no respondía a las acusaciones que le había hecho Aníbal Fernández. Dos horas después llegó el comunicado del propio Domínguez, en el que se mostró “dolido” por las palabras de su oponente en la interna, que lo salpicó como partícipe de una campaña sucia en su contra.
La orden que salió de Olivos fue bajar los decibeles de la pelea interna y alinearse detrás de Aníbal, al que entronaron como víctima de una operación. Ya para cuando la Presidenta intervino, el jefe de Gabinete había disparado munición gruesa contra sus rivales internos, que con el correr de las horas Cristina intentó frenar. Ayer, se reunió en su despacho con Aníbal Fernández y ordenó que todo el bloque oficialista en la Cámara de Diputados emitiera una declaración de respaldo, en contra del Grupo Clarín.
Furioso, Aníbal se había quejado de la falta de solidaridad de sus colegas. Durante la conferencia de prensa de todas las mañanas, contó que había recibido “muy poquitito” apoyo de los ministros, aunque destacó que había contado con el “más importante, el de la presidenta de la Nación”. Pero Cristina nada dijo en público del tema.
El primero en salir a respaldarlo fue el ministro de Economía, Axel Kicillof, que sostuvo que la denuncia “ofende la inteligencia” por tratarse de un hecho antiguo. Le siguió su par de Planificación, Julio De Vido, que estrenó su cuenta de Twitter, que ya había creado, pero nunca había usado. “Expresamos nuestra solidaridad ante esta burda operación para perjudicar la campaña de @FernandezAnibal y a todo nuestro espacio. En cada elección hubo operaciones de este tipo, el más emblemático fue el llamado «Caso Skanska», que arrancó como una burda y malintencionada operación mediática, donde la justicia finalmente no halló culpable a ninguno de los funcionarios nacionales «acusados»”, se quejó. El titular de Justicia, Julio Alak, sumó su respaldo. “No es casual que a una semana de las PASO se construya una campaña basada en agravios absurdos y disparatados contra uno de los dirigentes más prominentes de la fuerza política que ha dado muestras concretas de su lucha contra el narcotráfico”, apuntó en un comunicado.
Por el lado del sciolismo, quien habló fue Karina Rabolini, que dijo que confiaba en el jefe de Gabinete y reclamó “no prejuzgar”.
Con su habitual equilibrio, Scioli confirmó ayer que acompañará tanto a Domínguez como a Aníbal en sus respectivos cierres de campaña. Antes de la denuncia de Lanata, sólo tenía previsto ir hoy a La Plata, donde se hará el acto del presidente de la Cámara de Diputados. Anoche, finalmente, confirmó que asistirá al Gran Rex mañana, a las 18, donde hará su última presentación Aníbal Fernández.
Más allá del impacto mediático de la denuncia, en el Gobierno y entre los allegados al gobernador se quejaban del tenor que había tomado la pelea interna, que, intuían, la oposición se apurará a capitalizar.