jueves, noviembre 21, 2024
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Creen que Nisman ocultó a su familia el regreso del 12 de enero

La hipótesis que surge de la confirmación de que el pasaje de vuelta a Buenos Aires había sido sacado a fines de 2014 . Arroyo Salgado había comenzado a preparar el viaje en agosto pero ignoraba lo que planificaba su ex marido.

El informe que remitió la compañía aérea española Iberia sobre el viaje del fiscal Alberto Nisman a Europa en compañía de su hija mayor da cuenta de un proceso que se inició, reservas mediante, en agosto de 2014. El dato coincide con lo que declaró la ex pareja de Nisman, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, ante la fiscalía: ella fue quien comenzó a planificar el viaje, del que también tomaría parte con su hija menor y por destinos separados que finalmente confluirían en un punto del Viejo Continente. Efectivamente, había una previsión de regreso para el 12 de enero, para la presentación de la denuncia por encubrimiento de los iraníes acusados por el atentado contra la AMIA que involucra a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Pero según parece desprenderse del expediente, sólo Nisman sabía de ello. Ni sus allegados, que se enteraron por el mensaje de WhatsApp difundido el miércoles vía Twitter por la presidencia de la Nación, ni la propia Arroyo Salgado, quien se opuso a que Nisman regresara a Buenos Aires acompañado por su hija.

Por las fechas que se desprenden del informe, Nisman pudo haber previsto el regreso el 12 de enero sin comunicárselo a su ex esposa, ni a sus hijas. Una de las hipótesis que comenzó a desentrañar la investigación apunta a determinar si había vuelos previstos que todos conocían, y otros que sólo conocía Nisman. Hay, incluso, una serie de vuelos internos en Europa contratados con otras líneas aéreas. Los investigadores comenzaron a preguntarse si efectivamente, como afirmó la fiscal Viviana Fein, el retorno del 12 de enero no fue sorpresivo… para Nisman.

Por lo pronto, el regreso no parece haber sido urgido por el temor de que le quitaran la titularidad de la fiscalía especial por el atentado contra la AMIA. La agrupación Memoria Activa, que nuclea a víctimas del ataque antijudío, emitió un comunicado después de reunirse con la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, en el que lamentó que “no se han recibido respuestas afirmativas por parte de la Procuraduría en todas las instancias en las cuales Memoria Activa manifestó su preocupación por la actuación del fiscal de casación, Raúl Plee, del fiscal ante la Cámara Federal de Apelaciones, Germán Moldes, del entonces titular de la Unidad Fiscal AMIA, Alberto Nisman, entre otros funcionarios del Ministerio Público Fiscal. Por esto, se le requirió tomen las medidas que correspondan desde el punto de vista disciplinario y administrativo para evaluar la conducta de los funcionarios del Ministerio Público Fiscal, deslindar responsabilidades y aplicar eventualmente las sanciones que correspondan. También se pidió se adopten medidas tendientes a evitar y/o prevenir conductas funcionales como las denunciadas oportunamente en aquellas instancias”.

Los planteos sobre las conductas de los funcionarios, entre ellos Nisman, son anteriores a la muerte del fiscal. Gils Carbó pudo haber fundamentado la salida de Nisman en las quejas de los familiares de las víctimas. Sin embargo, no hay acciones en la Procuración contra Nisman, ni tampoco contra los otros dos fiscales mencionados por Memoria Activa.

¿Por qué volvió Nisman? En ninguna parte del expediente figura que hubiera estado trabajando en la denuncia que presentó ante el juez Ariel Lijo durante el viaje por Europa.Sin embargo tenía previsto regresar a Buenos Aires el 12 de enero, en plena feria judicial y poniendo un paréntesis a sus vacaciones (que pensaba retomar el 19 de enero). Si no escribió en el viaje, hay dos posibilidades: la tenía lista en diciembre, cuando sacó los pasajes (y por alguna razón no la presentó) o alguien la escribió en Buenos Aires en su ausencia.

Pobre de resultados de las pruebas y peritajes ordenadas, la causa tuvo ayer una novedad importante: la Asociación de Fiscales apeló el rechazo de la jueza Fabiana Palmaghini para tenerla como querellante en el expediente. La apelación recayó, por sorteo, en la Sala Sexta de la Cámara del Crimen. Ese tribunal será el que revisará toda la actuación de la fiscal Fein y de la jueza. La Sala Sexta está integrada por los jueces Marcelo Lucini, Mario Filozof y Ricardo Pinto. Es la misma formación que, entre otras causas, intervino en el homicidio de la adolescente Ángeles Rawson.

Ayer, Fein pidió una reunión con la procuradora Gils Carbó, preocupada por algunos acontecimientos que rodearon su trabajo en las últimas horas. La causa es compleja y ardua de investigar. Gils Carbó ofreció a la fiscal sumar a su equipo a ocho nuevos integrantes, a la vez de asignar uno o dos fiscales “coadyuvantes” para que acompañen, descarguen y complementen la tarea que afronta Fein. La idea es que este equipo ampliado pueda dar curso al resto de las causas en trámite ante la Fiscalía Nº 45, para que Fein se aboque de lleno al caso Nisman.

 

 

Iglesias volvió a apuntar a Lagomarsino

Luego de sus declaraciones en sede judicial, José Iglesias, padre de uno de los jóvenes fallecidos en el incendio del boliche Cromañón en 2004, volvió a señalar a Diego Lagomarsino como un joven que años atrás lo espió. Incluso, dio más precisiones y relató nuevos episodios.

Según detalló Iglesias durante una entrevista radial, el asesor que le prestó el arma a Alberto Nisman le pidió fotografiarlo en enero de 2005 y accedió a reuniones entre familiares de víctimas de Cromañón. Además, recordó que siete meses después de haber perdido contacto, lo cruzó en la calle pero Lagomarsino “salió corriendo”.

En diálogo con Radio Nacional, Iglesias que sostuvo que el joven “se presentó a fines de enero de 2005 en un contexto en donde estábamos metidos en el corazón de la política y aparecíamos a revolver responsabilidades”. El entonces jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, “estaba por ser sometido a la Comisión Investigadora en la Legislatura porteña”, precisó el abogado. De acuerdo con su reconstrucción, Lagomarsino, que “tenía como 25 años”, se presentó como fotógrafo y preguntó si podía “fotografiar a los familiares”, por lo que asistió a las reuniones de los padres de las víctimas de Cromañón. “A partir de ahí se me pegó como estampilla”, afirmó Iglesias.

“Venía a mi estudio, participaba de reuniones, incluso me sacaba fotos cuando hablaba por teléfono o con algún familiar; y así durante unos 15, 20 días, hasta que me preguntó si podía fotografiar las cosas de mi hijo”, agregó.

“No sospeché nada –sostuvo Iglesias– y le dije que sí, y a eso de las 8 de la noche vino a mi casa, le fui mostrando las cosas de mi hijo, con todo lo que eso significaba, y luego se retiró.”

Quien era pareja del padre de Cromañón, que es fotógrafa, le dijo: “Con la poca luz que había en la habitación se necesitaba flash y él no lo usó, y nos cayó como una ficha, una duda, y al día siguiente él desapareció.” 

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