Crece la presión sobre el Estado Islámico con ofensivas en Siria e Irak
COMBATIENTES KURDOS Y ÁRABES SIRIOS, APOYADOS POR EEUU, LANZARON ESTE MARTES UNA OPERACIÓN PARA RECONQUISTAR LA AL RAQQA, EN EL NORTE DE SIRIA, QUE EL EI CONSIDERA SU “CAPITAL”, JUNTO A OTRA OFENSIVA EN IRAK CONTRA OTRO DE LOS PRINCIPALES BASTIONES YIHADISTAS.
Los operativos simultáneos constituyen unos de los esfuerzos militares terrestres más serios de los emprendidos hasta ahora contra el EI desde que la organización islamista radical sunnita proclamó un “califato”, en 2014, en zonas contiguas de Siria e Irak que conquistó por las armas.
El territorio controlado por el EI es reducido en los últimos meses al calor de distintas ofensivas militares, pero el grupo ha mantenido su capacidad de cometer grandes ataques, incluyendo una ola de atentados que el lunes dejó casi 180 muertos en dos ciudades al oeste de Siria, según cifras de víctimas actualizadas este martes.
Este martes, las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza kurdo-árabe, anunciaron el inicio de la mayor ofensiva realizada en el norte de la provincia siria de Al Raqqa en lo que va del conflicto y dijeron que su objetivo era avanzar hacia su capital homónima, que el EI considera la ciudad más importante de su califato.
En un comunicado, las FSD, formadas hace siete meses, dijeron que las operaciones buscarán expulsar al EI del norte de la provincia y consolidar el control de otras zonas ya arrebatadas al grupo islamita.
El comunicado, difundido por Twitter, no hizo mención a la ciudad de Al Raqqa, pero un funcionario kurdo afirmó que la meta final es la reconquista de la ciudad.
El portavoz del Departamento de Defensa de la administración interina kurda en la región de Al Yazira, Naser Hach Mansur, dijo a la agencia de noticias EFE que las FSD, cuyo componente principal son las milicias kurdo sirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), iniciaron operaciones “para liberar Al Raqqa”.
“Las FSD han comenzado la ofensiva desde dos ejes, Tel Abiad y Ain Aisa, en el norte de la provincia con el fin de ir progresando hacia el sur, hasta la localidad de Al Raqqa”, explicó Mansur por teléfono.
En esta primera jornada, agregó, la coalición kurdo árabe ha logrado avanzar “entre 10 y 13 kilómetros” en dirección a Al Raqqa, tras combates contra los yihadistas.
En Bagdad, el vocero de la coalición militar estadounidense que bombardea al EI en Siria e Irak, coronel Steve Warren, confirmó el comienzo del asalto en Al Raqqa y dijo que su país lanzará ataques aéreos en apoyo a los “varios miles” de milicianos, algunos de los cuales fueron entrenados por Estados Unidos, según dijo.
“Las FSD han iniciado operaciones para despejar la campiña norteña, así que esto está poniendo más presión sobre Al Raqqa”, declaró el portavoz.
Si Al Raqqa cae, será “el principio del fin de su califato”, agregó Warren sobre el EI.
Pocas horas antes del anuncio de las FSD, Rusia afirmó haber llegado a un acuerdo con Estados Unidos para coordinar sus acciones militares dentro de Siria y se declaró lista a trabajar junto a Washington y a las milicias kurdas y árabes en la ofensiva en Al Raqqa.
Estados Unidos no confirmó de inmediato el anuncio de Lavrov, que llegó después de que Washington rechazara una oferta en ese sentido hecha por Rusia apenas la semana pasada.
“Acordamos con nuestros colegas estadounidenses, superando sus reticencias e incluso oposición, a pasar del intercambio de información a la coordinación de las acciones en la lucha contra el terrorismo. El plan concreto lo están estudiando ahora nuestros ministerios de Defensa”, dijo Lavrov en Uzbekistán.
En rueda de prensa en la ciudad de Tashkent, el canciller ruso dijo que Al Raqqa podría liberarse “de forma más rápida y efectiva si nuestros militares (de Rusia y Estados Unidos) coordinan con mayor antelación sus acciones. Ahora hay una posibilidad de que se de esa coordinación”, apuntó.
La aviación de los dos países y sus aliados, recalcó, “debe trabajar de forma sincronizada y coordinada para ayudar a hacer frente a los terroristas a aquellos que están en tierra, que son en primer lugar las fuerzas armadas de Siria y los distintos grupos de las milicias kurdas”, informó la agencia de noticias EFE.
La ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó que al menos 22 milicianos del EI murieron este martes en bombardeos de la coalición en el norte de la provincia de Al Raqqa.
Al otro lado de la frontera, fuerzas iraquíes se acercaban este martres a la ciudad occidental de Fallujah luego de capturar la cercana localidad de Al Karma y de aislar al EI de uno de las últimas zonas de las que recibe apoyo.
En el segundo día de ofensiva para liberar a Fallujah del EI, que la controla desde enero de 2014, las fuerzas iraquíes avanzaron este martes hacia el este de la ciudad, de mayoría sunnita, desde tres direcciones, dijeron fuentes militares y policiales.
Con la ofensiva acercándose a la ciudad, se multiplicaron los temores por los 50.000 civiles que, según se estima, siguen atrapados en la urbe sin tener lugar adónde ir.
“Familias que han sufrido carencias de alimentos y medicinas en los últimos meses ahora corren el riesgo de verse atrapadas en el fuego cruzado”, advirtió este martes el director para Irak del Consejo Noruego para los Refugiados, Nasr Muflahi.
Agregó que era “absolutamente vital que se les abran rutas seguras para que puedan salir de allí y podamos asistirlos”, agregó.
Funcionarios de Al Anbar, la provincia más grande de Irak, donde queda Fallujah, dijeron que pequeños grupos de civiles lograron escapar de la ciudad. La capital provincial, Ramadi, también estuvo en manos del EI, pero fue reconquistada por el Ejército en diciembre pasado.
En tanto, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos elevó este martes a 177 la cifra de personas muertas el lunes en una ola de atentados del EI en las ciudades de Tartús y Yabla, en el oeste de Siria, los ataques más letales en esa zona desde que comenzó la guerra en el país, en marzo de 2011.
Más de 200 personas resultaron heridas, agregó el Observatorio.
La ONG precisó que al menos 129 personas murieron en Yabla, en la provincia de Latakia, donde se registraron cinco explosiones. Por otro lado, al menos 48 personas murieron en Tartús, capital de la provincia homónima, en otros cuatro ataques con explosivos contra objetivos civiles.
Los atentados fueron los primeros de este tipo en los feudos gubernamentales de Latakia y Tartús, donde vive gran parte de la minoría alauí -secta a la que pertenece el presidente sirio, Bashar al Assad- y donde los niveles de violencia han sido menores desde el inicio del conflicto.
Además, Tartús alberga una base naval de Rusia, y en Yabla se encuentra cerca del aeropuerto militar de Hamimim, empleado por la aviación rusa para lanzar sus bombardeos en territorio sirio. (Agencia Télam)