Crece el hábito de ver y oír a susurradores en YouTube para tener “orgasmos mentales”
Son videos filmados por jóvenes especializados en generar estímulos sensoriales. Hablan en voz baja, lamen el micrófono, hacen ruidos y los consumen millones de personas en la red social.
Los neurólogos lo llaman Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma (ASMR por sus siglas en inglés). Pero los usuarios lo describen mejor: los llaman “orgasmos cerebrales”.
El año pasado, el número de videos que lleva ASMR en el título y en los que se proyectan estímulos cotidia- nos (como acariciar cuero o la simple contemplación de una tarea manual y repetitiva) se duplicó. Pasaron de 5 millones a más de 11 millones.
El psicólogo y coordinador de Mindfullness del Instituto de Neurología Cognitiva ( INECO), Martín Reynoso, explica: “El ASMR tiene que ver con lo que se llama Respuesta de Relajación. Es una respuesta del sistema nervioso parasimpático, el encargado de relajar el cuerpo a través de la liberación de neurotrasmisores. Es decir, que relaja músculos, reduce la presión arterial, disminuye el ritmo cardíaco y la respiración, la digestión se normaliza y los órganos realizan sus funciones de manera óptima”.
Esta respuesta de relajación es como “el juego previo” en el cerebro. “No siempre se logran los orgasmos cerebrales -agrega Reynoso-, a veces sólo se da la relajación. Para que se produzcan es necesario que se den varios factores. La persona tiene que tener la disposición de ver estos videos y creer que le pueden servir. Como ocurre con la meditación”.
Otro factor es que “mantener el foco en un estímulo suave y continuo genera cierta apertura de sensibilidad. Y hasta puede empezar a conectar con algunos centros de placer en el cerebro y facilitar que se produzcan los orgasmos cerebrales”, sigue Reynoso. Con esas condiciones dadas, “se activa la zona límbica del cerebro, donde está el circuito de recompensa, basado en la dopamina, el neurotransmisor principal”. (Clarín)