Coronavirus: en crisis, aerolíneas de todo el mundo restringen operaciones al máximo
La mayoría de las aerolíneas pueden quebrar a fines de mayo a causa de las cancelaciones de vuelos y la caída del número de pasajeros provocadas por la pandemia del COVID-19, indicaron este lunes analistas del Centro para la Aviación (CAPA).
“Con el impacto del nuevo coronavirus y las múltiples medidas de viaje de los gobiernos en el mundo, muchas empresas probablemente estén ya en bancarrota técnica, o al menos han incumplido sustancialmente sus obligaciones de deuda“, señaló en un comunicado CAPA, con sede en Sidney (Australia).
Con países cerrando fronteras y restringiendo vuelos, los ingresos de las firmas aéreas caen en picada.
United Airlines, una de las tres compañías aeronáuticas más grandes de Estados Unidos, reportó una caída de sus ingresos de 1500 millones de dólares en marzo respecto a igual mes del año pasado y advirtió a los empleados que los aviones podrían operar casi vacíos en el verano boreal, incluso después de aplicar severos recortes de itinerarios, según Reuters.
En San Pablo, Latam informó que reducirá en un 90% sus operaciones internacionales y recortará un 40% los vuelos domésticos. En promedio, su actividad se achicará un 70%.
“Tomamos esta compleja determinación ante la imposibilidad de volar a gran parte de nuestros destinos por el cierre de fronteras. Si las restricciones de desplazamiento sin precedentes se amplían durante los próximos días, no descartamos vernos obligados a reducir aún más nuestras operaciones”, dijo Roberto Alvo, actual vicepresidente comercial y próximo CEO, en un comunicado.
International Consolidated Airlines Group, holding propietario de British Airways, Iberia y AER Lingus, informó que reducirá en al menos tres cuartos su capacidad de vuelos en abril y mayo y que recortará gastos y horas de trabajo de forma drástica. Algunos contratos laborales se suspenderán temporalmente, indicó.
También el grupo formado por Air France y la holandesa KLM anunció que en los próximos dos meses reducirá entre 70% y 90% su oferta.
La aerolínea low cost Norwegian anunció la cancelación del 85 % de sus vuelos y la suspensión temporal de empleo de 7300 trabajadores. La compañía ya había cancelado la semana pasada unos 7000 vuelos hasta junio y suspendido de empleo a la mitad de la plantilla.
“El sector de la aviación está ante una crisis extraordinaria, y Norwegian se ve obligada a dejar en tierra la mayor parte de sus aviones y suspender de empleo a una gran parte de nuestros colegas”, dijo en comunicado su consejero delegado, Jacob Schram.
Otra low cost, la irlandesa Ryanair, advirtió que las restricciones impuestas por numerosos gobiernos resultarán en la “inmovilización de la mayoría de su flota en toda Europa en los próximos 7 a 10 días”.
Este lunes, la aerolínea neozelandesa Air New Zealand anunció que reducirá su capacidad en un 85 % en los próximos meses y mantendrá las operaciones mínimas para que los neozelandeses puedan volver a su país y mantener los enlaces con Asia y Estados Unidos. Algo similar a lo que hará Aerolíneas Argentinas desde este martes.
La semana pasada, la aerolínea australiana Qantas anunció una reducción del 23 por ciento de sus vuelos internacionales para los próximos seis meses en respuesta a la bajada de la demanda por la rápida propagación del COVID-19 en Asia, Estados Unidos y Europa.
CAPA, un organismo privado que estudia el sector aéreo, criticó la falta de coordinación de los gobiernos y, en particular, la decisión de los Estados Unidos de prohibir el ingreso de vuelos desde Europa, algo que luego replicaron otros países, entre ellos la Argentina. Donald Trump, dijo CAPA, “ni siquiera informó a sus socios europeos con antelación, y aún menos lo consultó con ninguno”. Lo contrapuso a la ayuda del gobierno chino a las aerolíneas de ese país, que evitó caídas tan pronunciadas en las operaciones.
Las acciones de las aerolíneas se desplomaban en las Bolsas de Europa y los Estados Unidos, con caídas de más del 20 por ciento.