viernes, noviembre 22, 2024
Tecnologia

Conocé el impensado origen de las cámaras web

 

 

Años atrás, tener una cámara web sobre la pantalla era un lujo. Este dispositivo inauguró las videollamadas, aunque con una calidad muy inferior a la que hoy ofrecen las notebooks, smartphones y tablets.

¿Sabías que la webcam fue creada en los 90’s para algo diferente a las conferencias a distancia?

Nos mantiene despiertos, es compañero durante las horas de trabajo, tiene fans en todo el mundo… y también es el responsable del nacimiento de las webcams. Sí, hablamos del café.

Esta historia nos lleva a las entrañas de la Universidad de Cambridge a comienzos de los noventas. En esta academia británica se creó la primera cámara web de la historia con una misión curiosa: vigilar el funcionamiento de una cafetera.

Una clásica cafetera de filtro (de uso comunitario) se encontraba en una habitación alejada de la oficina de Quentin Stafford-Fraser y Paul Jardetzky, dos científicos de aquella universidad. A ellos se les ocurrió instalar una cámara conectada a la red para que muestre el electrodoméstico a tiempo completo.

Así podían saber a distancia si había café en la jarra. XCoffee, tal como bautizaron a este sistema, mostraba tres fotografías cada minuto. Funcionaba con un software que los especialistas de Cambridge crearon especialmente para la tarea. En el video que sigue podés ver sus imágenes… tan pixeladas que asustan.

 

 

No imaginaron que su invento para controlar a una cafetera sería fundamental en los productos tecnológicos que aparecieron en las próximas décadas. Cámaras web (llegaron al mercado en 1993), teléfonos con cámaras frontales, y una variedad de softwares que se valen de este elemento, desde Skype hasta WhatsApp, incluso el streaming.

Un objeto de culto

Fue cuestión de tiempo para que este invento trascienda su labor: vigilar una cafetera era poca cosa. Pero antes de la conversión en producto comercial, XCoffee había atravesado los muros de la universidad y tenía seguidores alrededor del mundo.

El propio Stafford-Fraser contó que recibieron un particular pedido: dejar una luz encendida en la habitación en donde estaba la cámara para poder revisar desde la Web las imágenes en horarios nocturnos. En 1998, el sitio que transmitía las imágenes superaba las 2 millones de visitas, una cifra muy alta para aquellos años.

En 2001 “la madre de todas las webcams” fue desconectada. Se supo más tarde que Spiegel, una publicación alemana, la compró en una subasta.

(TN)

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