Conmovedoras palabras de Marcelo Iripino
A mediados de octubre de 2017 Marcelo Iripino atravesaba uno de los mejores momentos de su vida: estaba a punto de debutar con Bien Argentino en el teatro Ópera, donde se iba a mostrar en su rol de cantante.
Sin embargo, la noche del estreno se transformó en una pesadilla: lo internaron de urgencia y su vida corrió serio peligro. ¿El diagnóstico? Un derrame pleural en el pulmón derecho.
Por eso, hace unos días la primera función de Bien Argentino en el teatro Apolo fue muy especial y emotiva para él: “Me encontré con algo que no pude realizar el año pasado en el Ópera“, reconoce que va a pasar por diferentes matices. Emoción, esperanza y sobre todo, agradecimientos por todo lo que le tocó vivir.
“Me parece un sueño estar en calle Corrientes cantando. Es la primera vez que me puedo lucir en un espectáculo desde otro lugar y además me remite a mis siete años“, cuenta.
Y enseguida aclara que “Mi viejo me dejó este hermoso recuerdo y hoy puedo plasmarlo en el escenario. ‘Zamba para olvidar’ fue la canción que cantábamos en las cantinas con mi papá sin cobrar un peso. Fue una infancia a puro folclore“.
Sin embargo su carrera explotó por otro lado, aunque siempre vinculado a la música. “Después vino el baile, conocí a Sofovich, más tarde a Susana y a partir de ahí surgieron un montón de cosas. Antes Pepito también en teatro y mis shows como coreógrafo. Ahora vuelvo a cantar lo que canté a mis siete años y encima en la calle Corrientes. ¡Es muy fuerte esto!“, dice casi al punto de quebrarse por la emoción.
“Para mí es un volver a vivir y un agradecimiento a Dios, a mi pareja y a todos los que me ayudaron en el hospital. Tener pus en un pulmón no es joda. Dios quiso que me quedara para vivir esto en el escenario en la calle Corrientes“.
Acerca de lo que ocurrió a fines de 2017, Iripino recuerda que “Estuve en la marquesina del Ópera pero nunca pude salir a escena. Sólo aparecí en la pantalla con un saludo que me mandaron los chicos. Inclusive mi familia estaba ahí para verme debutar y se preguntaban por qué no aparecía. Hasta que al final pusieron una foto mía y dijeron que me habían internado. Ahí se enteraron lo que me había pasado. Hoy verlos a todos en las butacas es como un volver a vivir“, repite.
“La gente además me ve en una faceta que nunca me vio: cantar. Te cuento que voy a invitar a Cacho (Castaña) para que cante conmigo, porque interpreto algunos de sus temas. Además quiero que Susana también venga a verme. Sería como tocar el cielo con las manos tenerla ahí sentada. Definitivamente siento que no podía morirme sin hacer este espectáculo“, afirma con una enorme sonrisa y lágrima en sus ojos. (Clarín)