Con un vuelo a Jujuy, se reactivaron las operaciones aéreas
El vuelo AR 1470 de Aerolíneas Argentinas que partió con destino a Jujuy marcó el reinicio de las operaciones aéreas regulares en el país, luego de que hubieran sido suspendidas desde el 20 de marzo último debido a las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.
El Boeing 737-800 despegó este jueves 22 de octubre a las 5:30 desde el aeropuerto internacional de Ezeiza, en medio de una lluvia por momentos torrencial, con 80 pasajeros a bordo.
La expectativa que despertó este primer paso hacia la reactivación paulatina de los vuelos domésticos se vio reflejada en la cantidad de pasajeros que desde muy temprano se hicieron presentes en la Terminal C del aeropuerto de Ezeiza, donde opera habitualmente Aerolíneas.
El movimiento ya era importante a las 3:00 de la madrugada, con viajeros que cumplieron al pie de la letra la recomendación de arribar a la estación aérea con dos horas de anticipación para evitar aglomeraciones en los procesos de check-in y embarque.
“Éste es el primer día con cuatro vuelos y si bien nosotros hemos estado realizando vuelos especiales, es la primera vez, desde que se suspendieron los servicios por la pandemia, que tenemos tantos pasajeros y con tantos controles por realizar”, explicó Adrián Brugiavini, jefe de Aeropuerto de Aerolíneas Argentinas.
Detalló que “los requisitos son insoslayables y es necesario que cada pasajero cuente con la aplicación Cuidar o el permiso correspondiente, además de satisfacer los requisitos que pide cada provincia”. Y explicó: “Por eso, tanto los controles que nos corresponden como aerolíneas, como los que debe realizar la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria), hacen un poco más lento todo el proceso”.
No obstante, el procedimiento del check-in se desarrolló con normalidad, aún cuando en ese trámite se congregaron, en determinado momento, dos vuelos, el que partió hacia Jujuy a las 5:30 y el que lo hizo hacia Mendoza, poco después de las 6:00.
Los pasajeros cumplimentaron los pasos ante los mostradores sin mayores aglomeraciones y con distanciamiento. Lo mismo ocurrió en los controles de equipaje por parte de la PSA.
Algunos pasajeros fueron incluso un poco más allá y viajaron con barbijos y máscaras plásticas cubriendo todo el rostro y, al menos tres de ellos, enfundados en trajes de color blando que abarcaban todo el cuerpo.