Con apps y juegos web, la tarea del cole se moderniza y enseña mejor
Que nuestros pequeños nativos digitales aprenden más y mejor a través de las nuevas tecnologías que de los métodos tradicionales es una evidencia de la que se ha hablado en numerosas ocasiones. Hoy nos centraremos en otro aspecto muy ligado, el de los deberes. Un área que ha levantado mucha polémica entre la comunidad educativa y las familias, que se cuestionan si habría que replantearse esta fórmula.
¿Existe una forma de hacer que el niño trabaje realmente los conocimientos adquiridos fuera del aula? Cuesta motivarlos cuando hay de por medio una imposición, y más si está asociada a métodos obsoletos, pensados por adultos que no han sido nativos digitales. “Hoy en día los deberes están más orientados a la repetición y memorización sin estimular la exploración y pensamiento crítico”, apunta Meredith Chasney, gerente de contenidos educativos de la plataforma Lingokids.
“Creemos que los deberes deberían enfocarse en profundizar lo aprendido usando nuevos contextos, en vez de simplemente repetir los mismos ejercicios que hacen en clase. Esto podría evitar asociar el colegio con tareas aburridas y trabajo repetitivo, que es algo que sucede a menudo”, añade.
Estos pequeños tienen menos capacidad de atención que sus padres, esto es un hecho. Reciben muchos impactos y buscan estimulación constante, pero también tienen atributos que no teníamos nosotros de pequeños, como una mayor creatividad e iniciativa.No aprovecharlas es un gran error.
Si queremos que nuestros hijos trabajen fuera del aula hay formas muy educativas y a la vez atractivas para ellos. Las aplicaciones o los juegos online son una de ellas, como señala Chasney: “Aprender a través del juego fomenta la autoestima, la iniciativa y la creatividad, que son fundamentales para el desarrollo mental”.
Los puntos fuertes
La principal ventaja de las alternativas digitales a los deberes tradicionales es la personalización que permiten. Se adaptan tanto a sus gustos, como a sus necesidades de aprendizaje: “Si les gustan las canciones, que practiquen con canciones en inglés; escribiendo, dibujando, jugando o viendo videos de nuestros profesores nativos”.
La gerente de contenidos de Lingokids destaca que a través de este tipo de plataformas se ayuda “a cada alumno llegar a su máximo potencial porque permiten personalizar los contenidos a las necesidades individuales”. Por ello piensa que son una alternativa más que recomendable en las escuelas: “Si el profesor tuviera que diseñar los deberes de cada alumno de acuerdo con sus necesidades sería inviable. En cambio, la tecnología lo hace posible. El maestro solo tiene que saber cuál es la necesidad de cada alumno y proponerle hacer las actividades de la plataforma que cubran esas necesidades”.