Cómo usar el aire acondicionado para que no afecte la salud
Como durante el verano estamos expuestos de manera permanente al aire seco, que brinda el aparato, es importante saber que afecta nuestra salud, en especial las vía aérea superior e inferior.
En realidad, lo que nos perjudica es su mal uso. Recodemos que la temperatura normal de nuestro cuerpo es de 36. 5°C, por lo que el uso de los aires acondicionados por debajo de los 24°C, más la suciedad de sus filtros, generan problemas, en especial, otorrinolaringológicos.
La Dra. Stella Maris Cuevas (MN 81701), experta en olfato y presidente de la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires (AOCBA), señala cuáles son las afecciones que desencadena el uso del aire acondicionado y ofrece una lista de recomendaciones para el uso responsable y saludable.
Afecciones que genera el uso del aire acondicionado
• Resfríos: estornudos, secreción, mocos, malestar general.
• Laringitis: que se manifiesta con disfonía (voz ronca) o afonía (ausencia de voz).
• Faringitis: dolor de garganta, problemas al tragar por la inflamación.
• Sinusitis: presión o dolor de cabeza, mocos detrás de la nariz y malestar.
• Crisis de rinitis: en personas alérgicas.
• Crisis de broncoespamos: en personas asmáticas.
La Dra. Cuevas explica que “el aire acondicionado no produce enfermedades de por sí, las enfermedades se manifiestan por la presencia de un aire viciado, en donde están los virus o bacterias que circulan en ese aire, mucho frío o bruscos cambios de temperatura pueden favorecer estas afecciones.”
El aire acondicionado, como su nombre lo dice, debe acondicionar el ambiente y no refrigerarlo, y el organismo debe adaptarse de a poco para no sufrir inconvenientes en su salud. Para eso, se debe pasar a modo ventilación cada dos o tres horas, o abrir puertas y ventanas cada tanto, para que el aire no sea viciado. Ante la falta de esa ventilación aparecen los problemas de salud.
Tips para tener en cuenta
• Acondicioná el ambiente con una temperatura de entre 24 y 27 °C.
• Tratá de mantener la humedad del ambiente (para eso usar función ventilación).
• Mantené los filtros limpios para evitar que se acumulen partículas alergénicas como pólen, ácaros o polvo doméstico.
• Evitá cambios bruscos, cuando se sale del ambiente y se entra con el cuerpo muy caliente por haber estado al sol, encender el aparato y dejarlo a una temperatura no muy baja.
• Mantenete hidratado.
• Tené cuidado con los niños y las personas mayores porque su temperatura es por debajo de la normal, y les puede ocasionar enfriamientos.
• Tené presente que cuando uno descansa, puede dormir con la boca abierta, y si lo hace con el aire acondicionado encendido, puede sufrir irritación de las vías aéreas, más aún en personas que tengan las defensas bajas.