Cómo reaccionó la Corte al anuncio de Alberto Fernández de crear un tribunal que limitará su poder
Cuando promediaba la hora de discurso, Alberto Fernández arremetió con dureza contra la Justicia. “Está en crisis, parece vivir a los márgenes del sistema republicano”, aseguró el mandatario en la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación.
En ese tramo de su presentación anunció que consultará con los gobernadores de las 24 jurisdicciones la idea de promover un Tribunal Federal de Garantías que tendrá competencia exclusivamente en cuestiones de arbitrariedad y al que solo se podrá llegar a través de un recurso extraordinario. “De ese modo, la Corte Suprema de Justicia podría circunscribir su competencia a aquella temática que la Constitucional Nacional expresamente le ha dado”, afirmó el jefe de Estado.
La frase del mandatario generó sorpresa en algunos integrantes de la Corte y cautela en otros.
En caso de concretarse, el Tribunal Federal de Garantías se encontraría por debajo de la Corte e intervendría en expedientes antes de que estos lleguen a manos de los cinco miembros del máximo órgano de Justicia. En otras palabras, la Corte solo intervendrá cuando se plantea la inconstitucionalidad de alguna norma, mientras que el tribunal federal de Garantías lo hará en los restantes aspectos, como la apelación por condenas penales.
El Ejecutivo aún no dio a conocer los detalles de esta iniciativa y su operatoria.
Por otra parte, Fernández anticipó un proyecto para reglamentar el recurso extraordinario ante la Corte y establecer cuáles son las competencias del máximo tribunal “en la revisión de la constitucionalidad de las normas aplicadas en sentencias”. Propuso determinar la “arbitrariedad” de las sentencias “para acabar con la discrecionalidad que hoy se observa”.
A lo largo de su presentación, Fernández cargó con dureza contra el funcionamiento de la Justicia e insistió en la necesidad de reformar el sistema actual. “Vivimos tiempos de judicialización de la política y politización de la justicia, que terminan dañando a la democracia y a la confianza ciudadana porque todo se trastoca. Asistimos a condenas mediáticas instantáneas y sin posibilidades serias de revisión. Sufrimos la discrecionalidad de los jueces expresada en demoras inadmisibles de procesos judiciales que afianzan el clima de impunidad. Padecemos la manipulación de decisiones jurisdiccionales en función de intereses económicos o partidarios que conducen a medir los hechos con distintas varas”, sostuvo.
En este sentido, el mandatario le pidió a la Cámara de Diputados que trate dos proyectos de reforma judicial que ya recibieron media sanción del Senado. Uno es la reforma al fuero federal en el que amplía la cantidad de juzgados de Comodoro Py con la unificación del fuero Penal Económico y otro en la reforma al Ministerio Público Fiscal.