Cómo los celulares distorsionan la visión de los jóvenes sobre el sexo en el segundo país más poblado del mundo
A principios de año, un video que mostraba a un grupo de adolescentes intentando arrancarle la ropa a una joven fue ampliamente compartido en India a través de WhatsApp.
Esos videos de violaciones que frecuentemente se vuelven virales en la India están llevando a algunos a creer que los teléfonos inteligentes, además del porno violento y la falta de educación sexual, pueden estar alimentando la violencia sexual.
En la grabación compartida a comienzos de 2018, la mujer les pide que se detengan, pero ellos se burlan, se ríen y, claramente, disfrutan.
Una vez el video se popularizó, la policía pudo determinar que se había filmado en el estado norteño de Bihar. Los adolescentes acusados fueron arrestados.
Las detenciones causaron revuelo en la aldea en la que habitaban, Jehanabad, a cuatro horas en auto de la capital del estado, Patna, y los ancianos de la aldea culparon a los teléfonos inteligentes de todo el incidente.
Este caso despertó la preocupación de que, en un país donde no hay educación sexual y las tarifas de datos son cada vez más bajas, los celulares de bajo costo estén exacerbando el problema.
Los muchachos del pueblo admitieron a la BBC que habían visto videos donde había abusos sexuales y violaciones. Un joven de 16 años dijo que había visto más de 25 y que sus amigos solían compartirlos a través de sus celulares.
“La mayoría de los chicos de mi clase ve estos videos, ya sea solos o en grupo”, admitió.
Los expertos aseguran que para adolescentes y hombres indios, esta es una forma muy común de iniciarse en la vida sexual.
“No hemos recibido una educación sexual ni tenido conversaciones adultas sobre estas cosas”, dice la cineasta y escritora Paromita Vohra.
Vohra dirige el sitio web Agentes de Ishq (Romance), que fomenta las discusiones abiertas sobre sexo.
“Cuando la gente solo ve contenido sexual violento, resulta muy problemático porque comienzan a creer que la violencia es la única forma de obtener placer y que el consentimiento de la mujer no es relevante”.
En India 400 millones de personas tienen un celular inteligente y más de la mitad de ellos usa WhatsApp, que es el medio que a menudo se usa para compartir dichos videos.
En un comunicado a la BBC, WhatsApp declaró lo siguiente:
“Estos videos horrendos con violaciones y pornografía infantil no tienen cabida en nuestra plataforma. Por eso hemos facilitado la comunicación de problemas de este tipo para así poder tomar las medidas adecuadas, incluida la cancelación de cuentas. También estamos respondiendo a las solicitudes de la policía india que se ajustan a la ley para ayudarles en la investigación de delitos”.
Preocupado por un caso en el que unos jóvenes violaron a una niña de una escuela después de que presuntamente hubieran visionado videos porno a través de sus celulares, un tribunal estatal solicitó al gobierno federal que restableciera una ley de 2015 impuesta por la Corte Suprema de prohibir los sitios web que contienen pornografía violenta.
Crear contenido pornográfico o compartirlo ya es ilegal en India.
La normativa había sido revocada casi de forma instantánea por la oleada de protestas.
La prohibición solo se aplica a unos 800 sitios web que contienen videos violentos o abusivos, pero no parece que haya tenido mucho impacto.
Pocos días después del inicio del bloqueo, uno de los sitios web de pornografía más grande del mundo ya había creado otro site espejo con una URL diferente para su mercado indio.
Pero, ¿es prohibir el porno la respuesta?
Muchos creen que la falta de educación sexual es lo que realmente está alimentando el apetito por videos violentos y misóginos. A menudo, ni las mujeres ni los hombres del país saben realmente cómo debería ser una relación o un encuentro sexual.
El gobierno intentó cambiar esto en 2009, cuando inició su Programa de Educación para Adolescentes (AEP). Su intención era instruir sobre los cambios que se producen en la adolescencia y disipar los mitos en torno a cuestiones de género, sexualidad, enfermedades de transmisión sexual y abuso de drogas.
Pero la implementación del programa sigue siendo a día de hoy un desafío. En una escuela de niñas en Jehanabad, por ejemplo, el director ni siquiera había oído hablar de él.
Falta de voluntad
Sunita Krishnan, fundadora de Prajwala, una organización en la ciudad sureña de Hyderabad que se ocupa de temas de violencia sexual y trata de personas, dice que estos videos violentos refuerzan la vieja creencia de que la voluntad de una mujer es insignificante y no tiene poder de decisión.
Krishnan, víctima ella misma de una violación, ha llegado a recibir este tipo de videos y ha hecho campaña para que se verifique de dónde provienen.
De hecho, la prohibición de las webs pornográficas de la Corte Suprema de 2015 fue el resultado de sus esfuerzos.
A pesar de que ha logrado eliminar algunos de esos videos, asegura que es casi imposible conseguir borrar por completo algo de internet.
Ranjeet Ranjan, que es una de las tres mujeres que hay entre los 40 diputados de Bihar, dice que la falta de preocupación sobre tales videos es alarmante.
“A nadie le importa realmente. Si la gente tuviera un poco de respeto por estas chicas, habrían ido a la policía en lugar de compartir esos videos”, sostiene.
A Ranjan también le preocupa lo que ella ve como “una competencia” para hacer ese tipo de videos.
“Si continúan circulando y seguimos sin tener una buena educación sexual, entonces propiciará el pensamiento de que una mujer puede ser tratada como un objeto, como una fuente de entretenimiento”.