¿Cómo le fue a Independiente en Japón?
Un tierras japonesas, Independiente se juega ante Cerezo Osaka la chance de sumar su decimoctavo título internacional y alcanzar a Boca en el escalafón de equipos argentinos. Pero, ¿cómo le fue al Rojo a lo largo de la historia en el continente asiático?
Su primera presentación oficial fue en 1984 cuando enfrentó a Liverpool, entonces campeón de la Champions League por cuarta vez, en lo que fue uno de los partidos más importantes para el conjunto de Avellaneda. Fue 1-0 en el estadio Olímpico de Tokio por la Copa Intercontinental con el recordado gol de José Percudani, tras un exquisito pase Claudio Marangoni.
José Pastoriza tuvo el honor de dirigir a uno de los mejores equipos del Rojo, ya que se consagró en el torneo local de 1983 y luego conquistó la Copa Libertadores. Producto de esa alineación, Jorge Burruchaga, Rirardo Giusti y Ricardo Bochini jugaron el Mundial de México de 1986 y obtuvieron el logro de sus vidas con la Selección Argentina.
Este partido correspondió a la sexta participación de Independiente en el torneo, donde se había consagrado en 1973 frente a Juventus -subcampeón de Europa que se negó a jugar la llave de ida y vuelta- en el Olímpico de Roma y perdió las otras cuatro ediciones contra Inter (1964 y 1965), Ajax (1972) y Atlético de Madrid (1974). En ese entonces, el Nerazzurri y el conjunto holandés sacaban una gran ventaja debido a que tenían en sus alineaciones las bases de sus respectivas selecciones.
En 1995, once años después, Independiente, que venía de ganarle el campeonato a Huracán y la Supercopa a Boca bajo el ala de Miguel Brindisi, superó por 1-0 al histórico Vélez de Carlos Bianchi -le había ganado la Libertadores a San Pablo el año anterior- y se quedó con la Recopa Sudamericana, en Kobe, con gol de José Serrizuela. Gustavo López y Sebastián Rambert conformaron una dupla de ataque letal, como no la había tenido desde la época de Bochini y Bertoni, y con la sorpresa del colombiano Albeiro Usuriaga por la manera en que definía bajo los tres palos. También contó con la figura de Luis Islas, arquero del Mundial de Estados Unidos 1994.
Pero en 1996 llegó el primer traspié: El sacrificado equipo del uruguayo Gregorio Pérez cayó 4-1 contra Gremio por la Recopa Sudamericana en Tokio. La alineación no tenía grandes figuras, inclusive Burruchaga -anotó de penal el único tanto para los de Avellaneda- ya estaba en la etapa final de su carrera.
La última participación fue en 2011 luego de ganar la Copa Sudamericana 2010 con Antonio Mohamed. El Rojo igualó 2-2 con Jubilo Iwata en Shizuoka durante los 90 minutos y luego no tuvo suerte en los penales (4-2). Facundo Parra y Patricio Rodríguez eran las principales cartas de un equipo que se desmembró hasta la llegada de Ariel Holan y la consagración en la Sudamericana del 2017.
Fuente: TyC Sports