Cómo es la muñeca sexual Harmony, que suma inteligencia artificial
La empresa se llama Abyss y aquí se fabrican las muñecas sexuales más realistas anatómicamente del mundo, según sus responsables. De cerca, los ojos pintados a mano tienen un realismo sorprendente. El tacto, sin dejar de ser goma, es suave y poroso. Se comercializan bajo el nombre de RealDoll y cuestan entre 4000 y 8000 dólares dependiendo del nivel de personalización.
Hay versiones masculinas. Este lugar no es una fábrica. Es un taller artesano donde los productos se hacen uno a uno por encargo y se envían a clientes de todo el mundo, incluido Hollywood. “Tenemos desde el cliente que te dice “hazme algo bonito” hasta el que quiere el pezón de un determinado tono”, explica Michael Wilson, jefe de producto.
Matt McMullen, máximo responsable de Abyss, lleva en este negocio dos décadas. Empezó en su garaje haciendo maniquíes realistas porque pensaba que le interesaría a la industria de la moda. “Entonces empezó a contactarme gente para preguntarme si los maniquíes eran anatómicamente correctos.
Decidí que esa era la dirección del negocio. Deje mi trabajo y monté mi empresa”. Con RealDoll, McMullen se ha hecho un nombre muy conocido en el mundo de los juguetes sexuales. Él los llama acompañantes. Y ahora se ha propuesto darles personalidad, “crear la ilusión de la vida”.
En el taller de McMullen hay una muñeca que no se parece a las demás. Le salen cables por el cuello y está conectada a un iPad. Es la nueva muñeca Harmony, el primer producto de este tipo equipado con inteligencia artificial. Mueve las cejas, la boca, mira y gira la cabeza.
Pero la novedad está en el cerebro, una aplicación en la que el usuario podrá programar qué tipo de personalidad quiere para la muñeca. A través de la inteligencia artificial, Harmony irá conversando y aprendiendo sobre los gustos del usuario. “Vamos a darle al cliente herramientas para crear su propio personaje”.
La cabeza Harmony costará 8000 dólares y se puede montar sobre cualquier cuerpo de RealDoll.