Cómo decorar, proteger y “sanar” el hogar con piedras
Muchas piedras, cuarzos o cristales deslumbran por su belleza. Sin embargo, son mucho más que eso, ya que en su interior contienen un preciado don para compartir especialmente con su dueño.
Para los gemoterapeutas y sanadores chamánicos que utilizan las piedras como herramientas de protección y de sanación, la llegada de un cuarzo o una amatista al hogar es toda una revolución. Representa la llegada de un maestro y de un asistente al mismo tiempo.
Monika Correia Nobre, instructora de meditación y astróloga, advierte que no hay que racionalizar el tema. “A la hora de buscar o elegir el cristal correcto, no hay que pensar mucho. Lo mejor es dejarse guiar por ellas mismas, permitir que el cristal nos elija a nosotros”, recomienda.
Con cada gema, se recorre un camino distinto, pero siempre llegan para sanar algún aspecto, ya sea físico emocional o mental. “Otras veces vienen a sanar el lugar en el que, sin querer, dejamos apoyadas en nuestro hogar”, explica la directora de Astroflor.
Cómo utilizar la piedra para armonizar
Las piedras de mar, río o montaña es mejor ubicarlas en las esquinas de los ambientes, en las entradas o detrás de las puertas. Desde ahí limpian y favorecen el movimiento de la energía, impidiendo que se estanquen energías indeseadas en la casa o en el lugar de trabajo.
Los cristales más traslucidos y atractivos se usan para embellecer, sanar y armonizar de manera efectiva cualquier área.
Los colores de los cristales están relacionados con los distintos niveles de vibración. Cada piedra se hace cargo de esa parte del espectro de color, al igual que en el arco iris. Por eso se pueden utilizar para sanar apoyándolas directamente en el chakra correspondiente según el color.
Cada piedra tiene un potencial conocido y otro desconocido. Eso se puede descubrir observando con atención qué cambios ocurrieron tras la llegada de ese ejemplar.
Las imprescindibles
La mayoría de las gemas tienen funciones bien estudiadas, comprobadas y utilizadas durante siglos por los antepasados. Estas son las 12 que no pueden faltar.
Cuarzo cristal. La gema Maestraque acompaña en todos los procesos. Trabaja activamente en todos los chakras y momentos de la vida.
Amatista. Limpia y relaja la mente, protege y al mismo tiempo transforma las energías negativas en positivas. Facilita la meditación.
Fluorita. La versión cristalina guía y protege para elegir el mejor camino. Ayuda a la evolución espiritual. Mística calma interior.
Lapislázuli. Protectora del tercer ojo, contacta con los guías, facilita lo espiritual y relaja profundamente. Facilita la concentración.
Turquesa. La piedra mágica de la suerte total. Mejora la comunicación entre los mundos visibles e invisibles. Protege de la infidelidad.
Cuarzo rosa. La sanación de las heridas del corazón. Perdonar y aceptar. Amarse uno mismo. Para conectar con el amor, la paz y la tranquilidad.
Rodocrosita. La piedra nacional es perfecta para mejorar las relaciones dando una comprensión amorosa de los vínculos. Expande la conciencia de la compasión.
Cuarzo verde. Sanación física, equilibra los ritmos biológicos, da comprensión y estabilidad mental. Aumenta la paciencia.
Citrino. Para sanar problemas de autoestima y brillar como un sol. Equilibra un yo exigido. Mejora la fuerza de voluntad. Éxito.
Ojo de tigre. Protección contra el mal de ojo, trae buena suerte y abundancia económica. Para mejorar el uso del poder personal.
Coral rojo. Protector contra los celos y la envidia. Contra la depresión. Activador y protector de la fecundidad y la vitalidad.
Turmalina negra. Escudo protector frente a radiaciones del entorno, defensa energética. Y también para las personas sensibles a las radiaciones electromagnéticas.