Cómo afecta a la piel de la cara la (alta) exposición frente a las pantallas
La cuarentena hizo incrementar aún más el número de horas que pasamos frente a las pantallas. Y la vista no es la única perjudicada por esta sobrexposición. La piel, especialmente de la cara, también sufre sus consecuencias.
Aunque no nos demos cuenta, en nuestra casa “estamos expuestos a radiación ultravioleta y luz visible, como por ejemplo la azul, casi toda procedente del sol, pero también de pantallas de dispositivos electrónicos”, según indica José Luis Ramírez Bellver, doctor de Clínica Dermatológica Internacional (Madrid).
No obstante, Ramírez Bellver aclara que son “pocos estudios, en pocos pacientes, y con unas condiciones específicas que no tienen por qué ajustarse a las condiciones ‘reales’ de exposición, por lo que es difícil dar recomendaciones en base a estos hallazgos”.
Por lo cual, el doctor recomienda que “las personas con tendencia a la hiperpigmentación (fototipos altos – pieles oscuras- ) o aquellas con melaza, eviten en la medida de lo posible estar mucho tiempo delante de pantallas o tenerlas muy cerca”.
Cuál es el tiempo que no deberíamos sobrepasar
“No hay datos suficientes para establecerlo. En general, tampoco disponemos de evidencia suficiente como para recomendar el uso de fotoprotección de manera rutinaria ante la exposición a pantallas, aunque es posible que pacientes con melaza difícil de tratar, que ya estén haciendo tratamiento dirigido por un especialista, que no acaben de mejorar, y que pasen mucho tiempo expuestos a la luz azul, pudieran beneficiarse del uso de fotoprotectores con óxido de hierro, que les protegería frente a la luz azul”, expresó Ramírez Bellver.
Cómo deberíamos cuidar la piel de la cara
“El cuidado durante estos días no debería diferir mucho del que realizamos el resto del año, con la salvedad de que, si no vamos a estar expuestos al sol, no hace falta que usemos protector solar”, afirmó el dermatólogo.
En alusión al resto de medidas (limpieza, hidratación o si se realiza algún tratamiento por una patología o para mejorar algún aspecto de nuestra piel), Ramírez Bellver aseguró que “no hay por qué cambiarlas”.
“Es posible que personas con alteraciones cutáneas previas (dermatitis seborreica, por ejemplo) empeoren estos días por el estrés de la situación. También se están dando más casos de dermatitis irritativa, ya que la gente se lava más la cara (sobre todo si ha salido o tenido contacto con el exterior) y, si no aplicamos posteriormente crema hidratante, es posible que aparezcan descamaciones y rojeces en determinadas localizaciones más sensibles (surcos nasogenianos, contorno de ojos…)”, comentó sobre las diferentes afecciones de la piel.
Respecto al tipo de máscaras o cremas a utilizar, el doctor señala que “no tienen por qué ser distintas a las que empleamos habitualmente salvo que se produzca algún problema o alteración, en cuyo caso deberíamos consultar o buscar atención especializada (muchos dermatólogos tienen disponible consulta de teledermatología) si no se resuelve”.