“Clics Modernos” de Charly García cumple 40 años
“Quiero un poco de energía”, expresó Charly García en una entrevista con la revista Pelo. El artista anunciaba su viaje a Nueva York en búsqueda de nuevas experiencias para componer su segundo trabajo discográfico como solista. “Ya tengo mis grabadores y mis teclados en un departamento y quiero hacer allí una grabación tipo ocho canales. Después lo voy a pasar a veinticuatro y voy a tocar con algunos músicos norteamericanos. Ya arreglé con Larry Carlton. También quiero tocar con algunos amigos que hice allá y que son totalmente desconocidos”, describió sobre sus planes musicales antes de subirse al avión.
“Quiero hacer algo diferente, algo donde haya más solos de otra gente, pero donde la música, las estructuras que yo planteo”, completó sobre la idea. Charly estaba interesado en lo que había descubierto en Nueva York. “Me gusta más que Los Ángeles. Es más cosmopolita”, puntualizó. “Allí se nota que el rock está más, se está transformando en una cosa mucho más urbana, donde hay mucha influencia africana, influencia tecno, donde incluso lo que se termina haciendo puede que ya nos sea rock si no una cosa donde aparece mucho lo visual”.
“Yo no me voy a los Estados Unidos con la pretensión de triunfar en el mercado de allá, sino que voy porque pretendo modificarme. Siento que necesito aprender un montón de cosas. Si me quedo acá corro el riesgo de quedarme estancado en una actitud musical y en una actitud de vida”, se sinceró en la entrevista con la recordada revista especializada de música.
Se interesó por propuestas cargadas de máquinas de ritmo, secuenciadores y nuevos teclados. De esa mezcla, salió Clics Modernos, un cambio radical dentro de su carrera, con canciones que ya son clásicos como “Nos siguen pegando abajo (pecado mortal)”, “No me dejan salir” y “Los dinosaurios”. “Lo veo polentoso, suena fuerte, muy fuerte. Si lo miro desde afuera, lo veo algo así como provocador, no hay ningún disco argentino que suene mejor”, contó en una entrevista de la época.
García era una figura importante dentro del panorama musical local gracias a importantes grupos como Sui Generis, La máquina de hacer pájaros y Serú Girán. La primera experiencia fue la música para la película “Pubis Angelical”, del director Raúl de la Torre, basada en la novela homónima de Manuel Puig.
El disco llegó a la venta en formato doble junto a Yendo de la cama al living, que tenía canciones como “Inconsciente colectivo”, “Yo no quiero volverme tan loco” y la que le da nombre al disco. Fue presentado ante 25 mil personas en el estadio de Ferro, el 26 de diciembre de 1982, bajo el lema “No bombardeen Buenos Aires” y con una gran puesta en escena a cargo de Renata Schussheim.
Nueva música, nuevos trapos
El 5 de noviembre de 1983, a días del regreso de la democracia, Charly García publicaba una obra de avanzada, moderna, musical y estética: Clics modernos. El disco fue grabado en el estudio creado por Jimi Hendrix, Electric Lady Studio. Charly había viajado a los Estados Unidos para encontrarse con el reconocido productor Joe Blaney. El músico venía de comprarse una serie de instrumentos nuevos que le permitieron estampar el sello experimental a la obra: samplers, cintas pregrabadas, bajos de teclado, y sintetizadores de última tecnología.
“¿Tu papá es millonario o qué?”, le preguntaron a Charly cuando llegó al estudio neoyorkino. El artista estaba junto al exmúsico y empresario Carlos “Pirín” Geniso, que también vivía en Nueva York y lo ayudó en cuestiones de logística. “’¿Querés o no querés el dinero?’, le respondió Pirín mostrando los billetes verdes.
Rápidamente, le abrieron la sala para poder trabajar y hasta los invitaron a tomar un café. A García le mostraron una lista de ingenieros de sonido y se quedó con uno que aparecía casi al final llamado Blaney, que había trabajado con importantes artistas como Prince o The Clash. Justamente fue el responsable sonoro de Sandinista.
Más allá del mencionado Larry Carlton, un guitarrista importante de sesión que había grabado con figuras como Steely Dan, Joni Mitchell, Billy Joel, Michael Jackson, Quincy Jones, Christopher Cross y Barbra Streisand, Charly tuvo como invitado a Pedro Aznar, un amigo que ya conocía muy bien por su historia con Serú Girán y que estaba viviendo en los Estados Unidos. El músico aportó su magistral bajo, guitarras y coros en “Nos siguen pegando abajo”. Casey Scheuerrell se encargó de la batería, aunque Charly usó gran parte los sonidos de la batería electrónica TR-808. Por su parte, el saxofonista Doug Norwine participó en el tema “Nuevos trapos”.
En Clics modernos también podemos encontrar uno de los primeros sampleos para el rock nacional en “No Me Dejan Salir”, con un grito de James Brown que pertenece a la canción “Hot Pants Part. 1 (She Got To Use What She Got To Get What She Wants)” de 1971.
Una tapa que marcó una época
García tenía en mente llamar a este disco Nuevos trapos, pero hubo un cambio de idea sobre la marcha. El artista se puso en contacto con un fotógrafo argentino que vivía en Nueva York desde hacía unos años. Luego de hacer algunas tomas, en la esquina en la esquina de Walker Street y Cortlandt Alley. Un grafiti, una silueta negra de un hombre (un shadowman del graffitero canadiense Richard Hambleton que dejó su arte por distintas paredes de NY) y una frase “MODERN CLIX”, en el centro.
“Una sesión importante por todo lo que significó esa tapa y el disco”, describió Uberto Sagramoso, responsable de la instantánea de Clics modernos, a La Viola después de cuatro décadas. “Viví 24 años en Nueva York, desde 1980. La idea original era que el álbum se llamara Nuevos trapos. La foto original se hizo con esa idea, pero apareció ‘Modern clix’ que era el nombre de una banda new wave de la ciudad”
“Mi relación con Charly siempre fue de amistad. Hicimos varias tapas como en La máquina de hacer pájaros, Parte de la religión, y algunos dibujos para ‘Say no more’. Cuando venía a Nueva York siempre nos juntábamos para pensar algunos temas. Recuero esa etapa con mucho cariño. Compartíamos una forma de pensar y de ver la vida”.
“En lo musical, ese disco representó un antes y un después dentro de la música popular argentina y en especial en el campo del rock. No solo en su concepto, sino en los temas, con una frescura musical y la incorporación de máquinas de ritmo, Larry Carlton en dos canciones, un músico muy sencillo”, agregó Sagramoso. El reconocido fotógrafo participó de las grabaciones del disco. “‘Nos siguen pegando abajo’ es la canción que representa a todo el material. Es un álbum que tiene cosas muy distintas, con sonidos nuevos y cosas muy poéticas”.
“Hay muchas anécdotas, pero recuerdo una. Charly me contó que cuando fue a Los Ángeles a grabar con Carlton, había transcrito a un pentagrama las notas de los temas que Larry iba a grabar, pero en uno de ellos se había equivocado al pasarla. Lary miró el pentagrama y, sin haber escuchado nada aún, agarró un lápiz diciendo: “Ah, aquí hay un pequeño error”, lo corrigió y siguió como nada. Creo que todo lo que grabó salió 10 puntos en la primera toma”.
Cada una de las nueve canciones puede tomarse como un fotograma, una diapositiva que describe etapas de uno de los puntos más oscuros de la historia argentina. “No soy un extraño” y “Plateado sobre plateado (huellas en el mar)” son tal vez dos crónicas filosas sobre lo que provocó el exilio de muchos argentinos durante la Dictadura.
Un Charly moderno, influenciado por Prince, compuso canciones polisémicas como “Los Dinosaurios”, que el público tomó como denuncia en contra de la desaparición forzada de personas y aunque Charly aseguró durante una entrevista a la revista Rolling Stone en 2002: “Juro que cuando la escribí no pensé en los militares … La letra tenía más que ver con el sentimiento de ausencia que se produce en uno cuando pierde algo, desde un amor hasta el cepillo de dientes”. Además, el riff frenético y bailable de “Nos siguen pegando abajo (pecado mortal)” y la visión de la nueva cultura del destape en “Nuevos Trapos”. (TN)