Chile y la final de la Libertadores: ¿puede cambiar la sede?
La grave situación de violencia en Chile, entre protestas sociales y represión de las fuerzas de seguridad, se extiende en el tiempo y ya obligó a aplazar algunas competiciones, como el pospuesto Sudamericano Sub 17 de básquetbol y la suspendida Copa América de futsal que hasta sorprendió a algunos planteles cuando ya habían viajado.
Así, se viven horas cruciales en el seno de Conmebol, donde deberán definir contrarreloj qué hacer con la final de la Libertadores, justamente cuando debía disputarse a final única en el estadio Nacional de Santiago el sábado 23 de noviembre. Según trascendió, la idea es esperar a que todo se calme, pero claramente habrá un límite.
Por lo pronto, la venta de entradas para hinchas de River arrancará este viernes, y podría darse la insólita situación de que se cambie la sede con las localidades ya vendidas. ¿El tiempo límite? Sería el martes, hasta cuando los dirigentes aguardarán por señales de paz provenientes de la capital chilena.
En el comunicado del lunes, cuando una Santiago convulsionada y con toque de queda ya preocupaba a toda la región, Conmebol dijo estar “evaluando y analizando junto a las autoridades locales los acontecimientos (…) y cómo ellos podrían afectar a la Final Única”, aunque aseguró reafirmar “su compromiso de disputarla en la fecha, lugar y hora acordados inicialmente”.
Las alternativas, en caso de darse la modificación del escenario, se escucharon más en rumores que en voces oficiales: sonaron La Nueva Olla de Asunción, Paraguay, el mismo escenario de la final de la Sudamericana del 9 de noviembre entre Colón e Independiente del Valle de Ecuador, y el Centenario de Montevideo.